Hay pocas experiencias tan relajantes como ir a un spa. Lo que hace tan especial a estos lugares es el cuidado que ponen en cada detalle: desde la limpieza impecable, los productos que aplican, hasta la atención personalizada que te hace sentir en un espacio lujoso.
Generalmente, cuando vamos por un facial buscamos una limpieza profunda que elimine impurezas y prevenga brotes. Y lo mejor es que puedes lograr todo esto desde casa y consentirte tú misma. Solo necesitas tu rutina de skincare completa… y tiempo.
¿La razón por la que vale la pena hacerse faciales de vez en cuando? Porque estamos en constante movimiento. Muchos vivimos en ciudades donde la calidad del aire no es la mejor, y el rostro puede acumular impurezas a lo largo del día.
Si no sabes por dónde empezar, quédate, que aquí te compartimos todos los tips para hacerte un facial en casa con calidad de spa.
5 pasos para un facial casero tipo spa
Antes de empezar: recuerda que lo ideal es consultar a un experto si tienes dudas o condiciones específicas en tu piel.
Ambienta el espacio
Enciende velas aromáticas y asegúrate de que el lugar donde harás tu ritual esté limpio y en orden. Elige una playlist tranquila con música que te relaje. Ponte tu bata y activa el modo "no molestar" en el celular. Así, te aseguras de que nada interrumpa tu momento. Antes de comenzar, prepárate un té o tu café favorito. Consiéntete: ese es el punto.
Limpieza profunda
La base de un buen facial es una limpieza eficaz. Desmaquilla tu rostro y aplica un limpiador facial que se adapte a tu tipo de piel. Si tienes un cepillo facial eléctrico, úsalo para masajear el rostro con movimientos circulares. Enjuaga con agua fría para ayudar a desinflamar.
Exfoliación suave
En un facial profesional, uno de los pasos clave es eliminar células muertas. Aplica un exfoliante suave que ayude a renovar la piel y a estimular la circulación.
Ojo: evita aplicar vitamina C o activos potentes inmediatamente después, ya que podrían causar irritación tras la exfoliación.
Mascarilla
Las mascarillas son excelentes para tratar necesidades específicas de la piel. Si tu piel es grasa con tendencia al acné, opta por una mascarilla de arcilla. Si es seca, elige una mascarilla hidratante tipo gel o en crema.
Déjala actuar el tiempo indicado y luego retírala con agua tibia o con una toalla facial húmeda. Después, aplica una crema hidratante para sellar la hidratación y proteger la barrera de tu piel.
Masaje facial
Una vez aplicada la crema, dedica unos minutos a masajear suavemente el rostro. Puedes usar herramientas como un jade roller, una gua sha o simplemente tus dedos. Si prefieres algo más ligero, prueba con técnicas de tapping (golpecitos suaves con las yemas de los dedos) para estimular la piel sin agresión.
Regalarte este tipo de rituales de cuidado personal no solo mejora la apariencia de tu piel, sino que también te ayuda a reconectar contigo. Porque sí, el skincare también puede ser un acto de amor propio.