Cocina Ext.

El helado: una deliciosa fuente de salud también durante el invierno

Su aporte nutricional o su versatilidad a la hora de acompañar otros platos hacen del helado un alimento indispensable también en Navidad

El helado es uno de los alimentos más nutritivos y sabrosos de la dieta mediterránea.


El sol, el verano, la playa, las terrazas... . Tradicionalmente, los españoles asociamos el helado a las épocas más calurosas del año, como el verano o la primavera. Pero lo cierto es que este rico alimento posee innumerables propiedades nutritivas, y resulta beneficioso para el organismo en cualquier estación, independientemente de la temperatura exterior. Incluso en países como Suecia o Finlandia, donde las bajas temperaturas están presentes en cada temporada, el helado forma parte integrante de la dieta habitual de sus habitantes, sin que ello suponga mayor problema frente al frío. ¿Quiere descubrir alguno de los motivos?

El helado destaca por su versatilidad: siempre resulta placentero, ya sea en forma de postre, como entrante o como acompañamiento. Al ser un alimento fresco y de sabor suave, actúa como calmante sobre el paladar, ayudándolo a distinguir y captar mejor los diferentes sabores entre plato y plato.

En determinadas épocas del año, como la Navidad, son habituales las comidas copiosas que prolongan la sensación de pesadez durante todo el día. Platos cuantiosos, postres, dulces, vinos y cavas son una deliciosa tradición que en ocasiones resulta difícil digerir. El helado contribuye a aligerar las comidas, y por ello es el acompañamiento perfecto de las comidas y cenas propias de éstas u otras fechas.

Además, el helado puede ser mucho más que la guinda a una comida perfecta. Por su composición, es idóneo para incluirlo de forma sencilla y sabrosa en múltiples recetas, de manera que podemos aportar un punto de originalidad a nuestros platos. Sorbete de pimientos con anchoas, raviolis con helado de naranja o acompañamiento de helado de aguacate resultan un contrapunto sabroso y muy fresco a los tradicionales menús de Navidad.

Según el departamento de nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, el helado es una fuente importante de nutrientes, especialmente de calcio, vitaminas, proteínas, lactosa y fósforo, al margen de los aportes de los numerosos ingredientes que lo componen (frutas, hortalizas, frutos secos...). Su aporte más significativo, el calcio, refuerza uno de los nutrientes fundamentales de los que carece el cincuenta por ciento de la población española, y contribuye a prevenir la desmineralización de los huesos, entre otras cosas.

El helado es, en definitiva, una deliciosa fuente salud para grandes y pequeños, que hará las delicias de toda la familia tanto en verano como en invierno.



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