Cómo Victoria Beckham se ha consolidado en la moda como icono y diseñadora
Aunque nació con el apellido Caroline Adams, su vida cambió en el momento en el que lo sustituyó por el del amor de su vida, David Beckham, tras casarse 1999 en una pomposa boda en el castillo de Luttrellstown, a las afueras de Dublín. Victoria es el perfecto ejemplo de una impecable evolución (¡en todos los sentidos!) con la que ha conseguido consolidarse como un pilar fundamental en la industria de la moda. Su nombre empezó a darse a conocer tras formar parte del famoso grupo musical británico Spice Girls, junto a sus compañeras de escenario con quien dio la vuelta al mundo, ¡tanto que tuvieron una cita con el mismísimo (por aquel entonces príncipe) rey Carlos III de Inglaterra! Con motivo de su 50 cumpleaños, recordamos los pasos que ha dado hasta alcanzar la cima del éxito.
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El estilo 'Posh Girl'
Mucho se distancia ahora de aquel vestuario que lucía en cada una de sus conciertos y eventos junto a las demás artistas, ¡con quien logró vender más de 80 millones de discos! Con tan solo 20 años ya era todo un icono de masas gracias a sus dotes de entonación y baile, pero no podemos dejar pasar que la moda también jugó un papel fundamental. Prendas ceñidas y cortísimas, con pronunciados escotes, bañados de apliques brillantes, minivestidos lenceros, corsés, pantalones de tiro muy bajo, joyas maximalistas... Un repertorio de estilo que marcó para siempre una de las épocas más divertidas y comentadas de la mujer del exfutbolista.
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Una veinteañera con suerte
En el documental Beckham (disponible en la plataforma de Netflix) hemos podido descubrir algunos de sus secretos familiares, como por ejemplo que su padre, el ingeniero Anthony William Adams, le llevaba al colegio en un coche Rolls Royce. Un dato importante que ya marcaba las oportunidades que esta londinense tenía ante su alcance para llegar a marcar la diferencia, ¡y así lo hizo! Aunque las Spice Girls se disolvieron en 2001, esta veintañera considerada la 'pija del grupo' ya había conquistado a la prensa por su agudo sentido por la moda y la historia de amor que estaba construyendo con David Beckham.
La musa de la industria
Pero antes de consolidar su puesto como diseñadora y popularizar una de las tendencias más fotogénicas que sus hijos han abrazado, también vivió la época de ser la musa de una de las casas de moda italianas más importantes de la industria, Dolce & Gabbana. Del brazo de los modistas Domenicco y Stefano, llegó a la mediática alfombra roja de la Gala Met en Nueva York de 2003 enfundada en uno de los looks más arriesgados de su carrera, un minivestido fantasía que combinaba transparencias con apliques de cristales que ocultaban estratégicamente las zonas íntimas de su cuerpo y una melena ondulada que pocas veces ha vuelto a llevar.
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Cuando el amor y la moda van de la mano
Mientras vivía la transición de ser una cantante reconocida a un icono de moda, ya estaba enamorándose del deportista entre las giras internacionales y los partidos de fútbol. Corría finales de los noventa cuando aparecieron a las puertas de una fiesta privada de Versace coordinando sus estilismos, ¡monos de cuero con calzado incluido! Una técnica de los inesperada que acaparó toda la atención de los paparazzi y con la que demostraban que además compartían casi armario, consolidándose así como la pareja cool del momento.
Siguiendo los pasos de una WAG
Y a pesar de estar considerada uno de los rostros que encarna a la perfección el lujo silencioso, Victoria también tuvo la época de seguir el estilo clásico de una WAG. Es decir, empezó a formar parte del exclusivo club de las mujeres y novias futbolistas, que acudían a los estadios con atuendos que combinaban prendas deportivas como las camisetas de tirantes y los shorts, con accesorios de lujo, he aquí un Birkin de Hermés. Muy similar al camino que está trazando Georgina Rodriguez y Alice Campello entre otras.
Un cambio significativo de vestuario
Fuera a donde fuera, el matrimonio casi siempre combinaban sus looks, un detalle que en la actualidad a veces tienen en cuenta como lo hace su hijo primogénito Brooklyn con su mujer, la actriz Nicola Peltz. Pero es cierto que la estética de los 2000 poco tiene que ver con que llevan ahora (a pesar de estar viviendo un revival), o por lo menos en lo que a su vestidor se refiere. Atrás quedó la ropa súper ceñida con la que presumía de curvas, aunque debemos destacar que gracias a estos años, hemos podido ser testigos de un impecable cambio de registro que hoy ocupan nuestras líneas.
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Una reina sobre la pasarela
Aunque intentó hacerse un hueco en el panorama musical, decidió dejarlo a un lado para crear el que hoy es su imperio: una firma de moda. Bajo su nombre homónimo, se inició en esta aventura empresarial allá por 2008 demostrando el gran potencial que iba aportar al sector. Es cierto que, a pesar de presentar las colecciones en la Semana de la Moda de Nueva York, no siempre ha tenido el mismo privilegio e influencia que ahora. A sus inicios le perseguía la coletilla de 'la mujer de' y la 'ex Spice Girl', pero gracias a su arduo e incansable trabajo, hoy puede decir que se ha consolidado como una de las empresas más atractivas y millonarias, ¡está valorada en 100 millones!
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Invitada (real) de lujo
Modelo, cantante, musa, diseñadora, madre, esposa... Una larga lista de nombres se le ha dado a la señora Beckham desde que se alzó a la fama, tanto que junto a su marido, ahora forman parte de la exclusiva jet set inglesa. Y en términos de moda, nada tiene que ver los looks de invitada que lucía a principios de siglo con los que ha protagonizado las portadas internacionales. Ejemplo de ello es el sofisticado y lujoso vestido (con tocado incluido) que lució en la boda real de Meghan Markle y el príncipe Harry de Inglaterra, ¡todo un acierto!
Un estilo consolidado, ¡y copiado!
Son muchas las tendencias que han pasado por los estantes de su amplio y exclusivo armario, desde corsés satinados y prendas de pedrería, hasta jerséis confeccionados en el mejor cashmere del mercado y altísimos zapatos de tacón. Y he aquí algunas de sus grandes señas de identidad con las que ha logrado diferenciarse de otras emprendedoras. En cada una de sus apariciones, suele vestirse con tonos neutros (negro, gris, azul marino, blanco...), siluetas sencillas que no pasan de moda, complementos de lujo que elevan el look y taconazos de infarto con los que suma centímetros a su cuerpo.
Su apoyo incondicional
Sin lugar a dudas, desde el momento en el que cruzaron sus miradas, David ha sido un apoyo incondicional a lo largo de su exitosa trayectoria. Desde que se subía a un escenario para cantar Wannabe, hasta para presentar las últimas líneas de ropa ante los miles de invitados durante Fashion Week. Ellos son el tándem perfecto que demuestra que cuando una pareja se quiere (y bien), ambos pueden triunfar en sus mundos sin necesidad de robarse el protagonismo el uno al otro.
¿Es una leyenda de la industria?
Vamos camino del aniversario de las casi dos décadas de su marca de moda, y podemos asegurar que la progresión de estilo que ha vivido (a pesar de los altibajos comerciales), se ha convertido en toda una leyenda de la industria. ¿Estamos ante un icono de moda al mismo tiempo que empresarial? Sea como sea, hoy Victoria y su visión por la moda, es un must súper confesable.