En esta primera colección de lencería, el gigante textil parte de una "perspectiva empoderadora de la noción de intimidad", explican desde la marca. De ahí que las imágenes en blanco y negro de la campaña desvelen ese aire personal y relajado, con las modelos posando en la calidez de una casa: sobre un sofá, junto a un colchón, recostadas sobre la mesa, sentadas en un taburete de madera, mirando por la ventana... Instantáneas que van en consonancia con los diseños cómodos y fluidos que se repiten entre las novedades.