Un vestido largo que se prolonga casi hasta cubrir los tobillos, un capazo y unas gafas de sol. Con estos tres básicos infinitos es fácil acertar en casi cualquier ocasión del verano, tanto en la ciudad como en la playa o en una escapada rural. El maxivestido estival es una apuesta segura, razón por la que muchas expertas en moda se decantan por estas propuestas a la hora de construir estilismos relajados pero con guiños a las tendencias. Sin embargo, a diferencia de otras prendas comodín, como las versátiles faldas de corte midi, estos diseños largos pueden generar ciertas dudas de estilo, sobre todo a las chicas bajitas. Pero hay muchas maneras de sucumbir al maxivestido sin preocuparnos de que este tipo de silueta acorte visualmente el cuerpo, por ejemplo optando por creaciones con aberturas. Otra alternativa, son los maxivestidos drapeados, como el que lleva la influencer María Valdés en la imagen. Una prenda de largo XL que destaca las cruvas gracias al fruncido lateral.