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9 trucos para sacarnos 'fotones' en casa que hemos aprendido de las últimas campañas de moda

1/9 © Zara

Conseguir la foto perfecta no es una tarea sencilla y menos si tenemos que hacerla entre cuatro paredes. Pero, aunque nosotras no tengamos tantos conocimientos como una fotógrafa profesional, podemos perfeccionar las técnicas siguiendo el ejemplo de las últimas campañas que han lanzado las firmas de moda. Zara, Mango, Uterqüe, Bershka o Stradivarius son algunas de las que han buscado un nuevo objetivo para sus lookbooks: los interiores de las casas, siendo las modelos las que ellas mismas se han tomado las instantáneas (en formato selfie o con trípode). La luz natural, los juegos de contrastes, las poses estilizadoras, los fondos que potencian tus rasgos y el movimiento de prendas son algunos de los trucos que las maniquís han utilizado para conseguir un resultado homemade magistral. Llegó el momento de convertir tus redes sociales en un catálogo de moda, toma nota de estos tips para expresar el mejor de tus estados de ánimo y sacar a la luz la faceta de modelo que llevas dentro.  

 

Buscar inspiración

Quizá esta sea una de las partes más costosas pero también una de las que más influye en el resultado final. Para evitarte muchos quebraderos de cabeza, puedes buscar multitud de referencias, una tarea sencilla ya que ahora, además de poder inspirarnos en los lookbooks de las campañas de moda, las redes sociales están plagadas de fotos #inspo. Una vez que tengas elegidas las instantáneas que te hayan entrado por los ojos de manera directa, pregúntate qué es lo que te gusta de ellas: la luz, la postura, el fondo elegido -como unas escaleras de madera-, el movimiento... y potencia al máximo estos factores. No tengas miedo de experimentar con objetos que estén en diferentes planos. Por último, solo queda centrarte en ti misma y en pensar cómo quieres que la gente te vea a través de esa fotografía.   

2/9 © Zara

El favorecedor efecto de los contrastes de luz

Una buena iluminación es la mitad del éxito de la fotografía. Camufla imperfecciones, elimina brillos y crea contrastes muy favorecedores. Juega con los reflejos y observa cómo incide la luz en tu cara. Otro de los factores a tener en cuenta es el llevar a cabo la técnica a contraluz, que es muy bonita pero hay que tener precaución con ella. Debes observar dónde, cómo y cuándo incide la luz para que, de esta manera, puedas encontrar cuál es la que más te favorece. Es preferible tomar la foto a medio día que al anochecer. Pero estos no son los únicos contrastes que puedes conseguir, si no cuentas con una buena luz natural en casa, siempre puedes comprar por internet un gadget (un anillo de luz, para iluminar tu cara y que la imagen sea impecable). Hasta las mismísimas Kardashian te darían su aprobado. 

3/9 © Bershka

Evitar la luz directa 

Evitar la luz directa salvo que sea frontal y buscar una fuente de luz como una ventana o un ventanal son dos elementos que inciden de forma directa en el resultado final. Para focalizar la luminosidad en una determinada parte del cuerpo y, dependiendo de qué potencia lumínica tengas en casa, el determinar sombras y zonas sombrías puede darte mucho juego, y más si puedes ir moviendo el móvil o la cámara hasta encontrar el efecto deseado. En la medida de lo posible, evita el flash, la luz natural siempre es la mejor de las opciones. 

4/9 © Zara

¡Adiós tonalidades nude, hola colores vibrantes!

Aunque el fondo elegido tenga un impacto directo sobre el efecto de la imagen, los colores que aparecen en el encuadre también desempeñan un papel determinante. Puedes elegir varias opciones: escoger un fondo blanco, como una pared y conseguir que las prendas de colores vibrantes concentren todo el protagonismo, o bien escoger una estantería bonita, un sofá colorido o unas flores y lograr un contraste perfecto al yuxtaponerlo con piezas de tonalidades sobrias. Importante prescindir, en la medida de lo posible, de las tonalidades nude porque pasan muy desapercibidas delante de la cámara. ¡Cuánto más color, más alegría transmitirá la fotografía!

Como truco infalible proponemos ponerte frente a unas cortinas o sábanas blancas con la ventana delante. ¡Te enamorará el resultado!

5/9 © Bershka

Espejito, espejito...

Utilizar el espejo como un elemento creativo para conseguir el resultado deseado se ha convertido en el objeto de deseo de modelos, celebrities y expertas en moda. ¿La clave? buscar el encuadre perfecto. Muchas están optando por usar un modelo pequeño de forma geométrica que solo enfoque una parte de su cuerpo. Pero, si por el contrario, prefieres tener más margen de movimiento, puedes decantarte por uno de cuerpo entero. Una de las ventajas que tiene fotografiarte en el espejo es que puedes saber a la perfección la pose que están poniendo y evitar posibles fallos. Además, puedes darle un toque vintage y que aparezca el móvil o cámara dentro del encuadre. Recuerda: cuantas más fotos te hagas, más te conocerás y más fácil te será posar.

6/9 © Mango

Y las manos, ¿dónde?

Para muchas es la pregunta más repetida. Y es que es uno de los grandes retos, porque ya no es solo el simple hecho de colocar las manos, sino también conseguir que queden de manera natural. Lo bueno es que en un primer plano no te tienes que preocupar de esto, el problema viene en las fotografías de cuerpo entero, que entra en juego la creatividad de cada persona. Para intentar que la foto no quede forzada y hierática, utilizarlas como soporte para sujetar tu cabeza o un objeto, jugar con tu pelo o poner, al menos una, por detrás del cuerpo será la mejor de las decisiones. Pero ¡ojo!, nunca cortarlas.

El colocarnos las manos de una manera o de otra, delata nuestro estado de ánimo. Unas manos apretadas y erguidas pueden significar que estamos nerviosas, por lo que podemos sacudir los brazos para liberar toda la tensión antes de que nos capte el objetivo. Y como la manicura también es determinante, te recomendamos que leas estos consejos para no cometer posibles errores

7/9 © Zara

Movimiento everywhere

Esta claro: si lo que quieres es una foto homemade en movimiento, la clave reside en el uso de prendas fluidas y vaporosas. Una manera de sentirte más cómoda y relajada que cuando estás totalmente inmóvil frente al objetivo. Puedes ponerte una falda o un vestido de vuelo, que invita al movimiento, y girar sobre ti misma o menear las caderas de un lado a otro, saltar en la cama, mover el pelo o, simplemente, caminar. No hay reglas escritas sobre cómo posar frente a una cámara, así que todas las ideas que te vayan surgiendo serán las más inspiradoras. 

8/9 © Uterqüe

Las posturas más favorecedoras son también las más sencillas 

No tendríamos horas suficientes en el día para enumerar todas las posturas que puedes hacer frente a una cámara, pero es importante saber que no todas son igual de favorecedoras. Por eso las más expertas saben que a veces, salir bien es cuestión de perspectiva, pose y destreza a la hora de colocarse ante las cámaras. Quítate de la cabeza posturas imposibles y presta atención, porque al final las más sencillas son las que más estilizan. 

Adelantar un pie o cruzar una pierna delante de la otra, elevarte ligeramente de puntillas, girar levemente el cuerpo hacia un lado, poner las piernas apoyadas en la pared, colocar una mano en la cintura o en la cadera, separar las piernas y ponerlas en paralelo, aproximar la barbilla hacia el pecho o los planos contrapicados son algunas de las técnicas infalibles que siguen las modelos para conseguir lo que todas deseamos: un fotaza

9/9 © Stradivarius

El truco infalible para los primeros planos

El autorretrato es una de las técnicas fotográficas que más define a la persona, y es que el pelo, maquillaje y vestuario elegido son determinantes para el resultado. Aun así, perderíamos la cuenta de todas las veces que nos hemos sacado un selfie y no nos ha gustado. Para evitar -en mayor medida- esto, hay tres claves infalibles: no te encorves, eleva ligeramente el cuello y ten la cara relajada -sobre todo los labios-. Por último, para conseguir un autorretrato digno de una experta, coloca la cámara en paralelo a los ojos, busca luz natural, escapa de las sombras y encuadra antes de disparar. Recuerda que puedes hacértelo tú misma o ayudarte con un soporte para sujetar el móvil o la cámara (libro, estantería o el clásico trípode).

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