Las prendas de punto, ya sean de lana o, más acorde para los días de buen tiempo, algodón, se han ganado el estatus de prenda comodín por múltiples motivos. En primer lugar, estos diseños, incluso aquellos que se ciñen a la figura, son mucho más cómodos que otros básicos infalibles como los vaqueros. Tampoco exigen un cuidado extremo y aguantan muy bien el paso del tiempo y de las tendencias, sobre todo si se invierte en propuestas de calidad. Pero, ¿qué debemos tener en cuenta antes de hacernos con el jersey, el vestido o el top de punto perfecto? Respondemos a esta pregunta y a otras acerca de cómo lavarlo para que parezca siempre nuevo o dónde descubrir las firmas especializadas en knitwear más apetecibles del momento. En la imagen, una de las invitadas a la pasada semana de la moda de Milán, con un vestido largo de punto que no necesita grandes complementos para convertirte en la mejor vestida.