Sin vestidos, sin apenas maquillaje... Miley Cyrus en los Grammy es pura inspiración
Fue durante mucho tiempo la chica rebelde de la música, la que nos dejaba sin palabras con cada videoclip, publicación en las redes sociales o aparición sobre la alfombra roja. Pero Miley Cyrus se ha reinventado, ha reconducido su vida y su profesión y nos ha recordado por qué nos enamoró siendo solo una niña. Sin excesos, sin dejar de sonreír, sin dejar de ser ella misma... y así, una larga lista de poderosas razones 'sin' que anoche volvieron a conquistarnos en la gala de los Grammy 2019.
Sin... apenas maquillaje. Un fino liner negro y gloss sirven para potenciar la belleza natural de sus rasgos. Un nuevo ejemplo de que 'menos es más', ¡y mejor!
Sin... excesos. Nos encanta cuando las celebrities apuestan por prendas y estilismos sencillos con detalles impactantes. En este caso, un traje de chaqueta negro, con mangas oversize y pantalón cropped acampanado, combinado con unas sandalias doradas. Un diseño de Mugler para la temporada Pre-Fall 2019.
Sin... falsa modestia. La sorpresa del look estaba en sus zapatos. Unas sandalias negras y doradas con sus iniciales en los tacones, porque aunque haya madurado, sigue siendo Miley Cyrus. Que a nadie se le olvide.
Sin... su marido. Se dieron el 'Sí, quiero' hace poco y era de esperar que Liam Hemsworth acompañara a la cantante en esta noche, en la que además de deslumbrar sobre la alfombra roja, también lo hizo sobre el escenario. Pero ellos no son así, no son de hacer lo que se espera y, aunque nos hubiera gustado ver al pequeño de los hermanos Hemsworth, nos encanta seguir viendo este lado independiente de Miley.
Sin... olvidarse de su familia. Han pasado por altibajos pero también han demostrado ser un clan que valora su unión por encima de todas las cosas. Y allí estaban sus padres Billy Ray y Tish para posar con ella delante de las cámaras.
Sin... dejar de ser ella misma. Miley ha cambiado, pero no ha perdido su espontaneidad; su sonrisa exagerada y su mordida de lengua ya se han convertido en una de sus señas de identidad. La cantante se ha convertido en su mejor versión, pero sin perder su esencia.
Sin... vestido. Sigue siendo la prenda más repetida sobre la alfombra roja, por eso nos gusta ver alternativas como esta de vez en cuando. Un llamativo dos piezas con bordados florales que sirvió de contrapunto a los múltiples vestidos con plumas que dominaron la noche. ¡Un punto por su originalidad!
Sin... supersticiones. Como canta Ariana Grande, I want it, i got it (Lo quiero, lo tengo), y si esto se traduce en un look amarillo para subirse al escenario de los Grammy junto a su madrina Dolly Parton, ¡no hay supersticiones que valgan!
Sin... miedo al 'total look'. Poca gente podría defender un look como este, pero Miley lo hace. El color, la textura, los motivos florales, los botines a juego aunque en color blanco (una de las tendencias más fuertes ahora mismo y una de las más complicads de llevar)... Y sin dejar de bailar. Aprende de Miley y baila al son de tu propio estilo.
Sin... ¿peinarse? Melena suelta y messy para compartir actuación con Shawn Mendes. Pero, teniendo talento y personalidad, ¿quién necesita un peinado perfectamente pulido? Su elección nos parece la más acertada para moverse libremente sobre el escenario y un recordatorio de que el cabello al natural puede ser un punto a nuestro favor.
Sin... ocultar sus tatuajes. Los tiene y está orgullosa de ellos, de lo que significan, de cómo visten su cuerpo así que, ¿por qué esconderlos? Tatuajes, pecas, marcas de nacimiento, cicatrices... todas forman parte de nosotras y no deberíamos avergonzarnos de ellas.
Sin... ¡mangas! No sabemos si se pusieron de acuerdo, pero nos encanta esta coordinación de los looks de los cantantes.
Sin... color. El negro es aburrido, demasiado serio, te hace parecer mayor... O no. Miley nos demuestra que con el diseño adecuado, este color puede sacar lo mejor de ti. Este look de la cantante es el mejor ejemplo: sexy, elegante y moderno. Ah, y negro.
Sin... dejar de sonreír. Ha cambiado mucho pero no ha perdido nunca la sonrisa. A veces pícara y a veces dulce, Miley nos recuerda el enorme poder de este 'accesorio' gratuito al alcance de todos. Por cierto, la cantante lleva todos sus looks sin sujetador, pero ese es el 'sin' menos importante de todos.