Si echáramos la vista atrás e hiciéramos un recorrido por los looks veraniegos de los iconos de estilo que marcaron una época, en muchos casos se repetiría una misma prenda: el wrap dress. Ese vestido de líneas sencillas creado por Diane Von Furstenberg en la década de los setenta y que une la comodidad del vestido camisero (¡demos gracias a esas prendas que no necesitan ser cerradas con complicadas cremalleras en la espalda!), con la sofisticación de los vestidos que, cuidando los detalles, se distancian de los básicos. Aunque existen variadas versiones, que modifican el largo, el corte, el tipo de tejido, los colores... todas tienen una cosa en común: logran ensalzar la figura femenina de manera sutil y elegante. Por esta y otras razones el wrap dress tiene que ser tu próximo vestido.