Este año el color que en teoría reinaría en los armarios de las más estilosas iba a ser el ultravioleta, o ese fue el tono elegido por Pantone como color estrella de 2018. Sin embargo, a pesar de que este lila intenso ha teñido tímidamente algunos estilismos, no ha tenido la presencia que se esperaba y se ha visto desplazado por otro color igualmente poco frecuente en nuestro vestuario. El amarillo, asociado en la psicología del color a la felicidad, es el nuevo tono favorito de la industria y las reinas del Street Style ya lo llevan en todos sus matices.
Opciones monocolor (como el vestido con el que Gigi Hadid se siente más favorecida), conviven con accesorios brillantes y se entremezclan con colores tan opuestos como el negro. Estas son las 10 claves con las que sucumbir a la tendencia más colorida de la temporada.