Más que un adiós, un hasta siempre. Milan Fashion Week clausuró una nueva temporada de desfiles con el corazón encogido, pues lo que inicialmente estaba previsto como un homenaje al medio siglo de trayectoria de Giorgio Armani tuvo que resignificarse para rendir tributo a su vida entera, después de que el legendario modisto falleciera el pasado 4 de septiembre. La colección Primavera/Verano 2026 que se mostró este domingo, al caer la noche, en el Palazzo Brera, fue la última en la que participó como mente creativa y la primera de una etapa incierta para Armani sin Armani.
En vida, el diseñador italiano había preparado un programa especial con la intención de celebrar sus 50 años en la moda como nombre propio, empezando por el lanzamiento de la iniciativa Armani/Archivio, que digitaliza el archivo de Giorgio Armani e incluye fotografías y bocetos inéditos; a este proyecto, ya disponible online, se une una exposición sin precedentes, Giorgio Armani: Milano, Per Amore, que está alojada en la Pinacoteca di Brera desde el 24 de septiembre hasta el 11 de enero de 2026.
Esto implica que las salas del emblemático museo milanés, donde este domingo también se celebró el desfile de la colección Primavera/Verano 2026, acogen por primera vez una muestra de moda: 150 looks icónicos del repertorio de Armani trazan la evolución estética de la firma desde sus inicios, en diálogo con las obras maestras del arte que alberga la institución.
Al hacerse pública la noticia del fallecimiento, una de las primeras preguntas que surgió fue: ¿seguirán adelante con los planes? Su próximo ya desfile estaba previsto para este domingo 28 de septiembre y, con él, Giorgio Armani clausuraría oficialmente la pasarela de la capital lombarda. La Camera Nazionale della Moda Italiana finalmente confirmó, hace solo unos días, que los homenajes se celebrarían tal y como el desaparecido modisto hubiera querido, y aquí estamos.
Entre la isla de Pantelleria -cuyos paisajes inspiraron la creación del mítico Acqua di Giò- y las sofisticadas calles de Milán, los casi 90 estilismos de la colección hacen un repaso por los principios clave del uniforme Armani: una sastrería perfecta y, al tiempo, desenfadada; drapeados que se amoldan al cuerpo y se deslizan sobre la piel; cortes y escotes que recuerdan a los trajes tradicionales orientales; tonalidades frías, del azul del océano, pasando por el violeta o el verde, a una paleta de crudos y grises corporativos.
Nacido en Plasencia, pero milanés de cuerpo y alma, el "Rey Giorgio" hizo de la capital lombarda su centro de operaciones y hogar. La colección que concibió para celebrar sus 50 años en la moda, esta temporada de desfiles Primavera/Verano 2026, recibe el nombre de Pantelleria, Milán y es una carta de amor a la ciudad, hasta se presentó en el mismo barrio de clase alta -Brera- en el que residió Armani durante tantos años.
Nadie imaginaba, no obstante, que sería la ciudad la que le haría homenaje a él este 28 de septiembre. Esta colección no fue solo un epílogo, sino un ritual colectivo: el apabullante aplauso que puso fin al desfile, opacando a las dulces notas del piano de Ludovico Einaudi, fue despedida y, a su vez, promesa. La promesa de la preservación de un legado y la continuidad de una estética que ha cambiado para siempre la forma en que entendemos la elegancia.