La afirmación "estoy enamorada" a menudo viene acompañada de una reconfiguración silenciosa del armario. Dua Lipa, con sus recién cumplidos 30, y tras semanas de celebraciones anticipadas en Ibiza, entre amigos, sol y su novio Callum Turner, parece haber trazado un nuevo código estético: más refinado, algo más adulto y ecléctico, sin renunciar al magnetismo que la caracteriza. Lo curioso es que este cambio no ha sido un giro brusco, nadie diría que Dua Lipa se ha transformado de la noche a la mañana, sino más bien un ajuste fino. Quizá el próximo estreno de la estrella británica no venga en vinilo, sino en forma de colección de moda.
© @dualipaAmor por la moda
La primera señal del cambio está en la forma en que Dua Lipa se aproxima a las tendencias. Si antes su estilo tenía un punto más juvenil y despreocupado, ahora parece moverse en una liga distinta: la de quienes dominan los códigos de la moda desde dentro. Amiga cercana de Simon Porte Jacquemus, y cada vez más vinculada a casas como Chanel o Miu Miu, la artista ha encontrado en estos aliados creativos una manera de sofisticar su armario. El resultado: una estética que equilibra riesgo y elegancia, y que refleja una seguridad nueva, más serena y refinada.
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© @dualipaEl poder de los básicos
Curiosamente, el giro hacia lo sofisticado no la ha alejado de lo esencial. De hecho, uno de los rasgos más notables en su nueva etapa es su apuesta constante por básicos de armario. Es frecuente verla con camisetas blancas lisas, otras con eslóganes discretos y vaqueros de corte recto. Nada especialmente llamativo en teoría, pero en su caso se convierten en lienzos perfectos sobre los que añadir un gesto, un accesorio o una actitud que multiplica el efecto.
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© @dualipaRomanticismo con un giro
El cambio también se aprecia en momentos inesperados. De pronto, aparece con blusas blancas llenas de volantes y encajes, casi victorianas, que recuerdan a un romanticismo clásico, pero reinterpretado con transparencias o siluetas modernas. Esa dualidad, dulce pero arriesgada, delicada pero potente, es otra de las claves de su nuevo estilo.
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© @dualipaElegancia de alfombra roja
En la alfombra roja, el giro es innegable. La estrella del pop ha abandonado en gran parte los estilismos excesivos y saturados para abrazar un minimalismo sofisticado que juega con un color fetiche: el negro. Vestidos largos, con aberturas de vértigo o juegos de asimetrías, que combinan un aire adulto con el riesgo que siempre ha definido su personalidad. A su lado, Callum Turner refuerza la imagen de pareja impecable, de dúo que parece coordinado hasta en la forma de posar.
© @dualipaEl verano como escaparate
En vacaciones, el cambio se traslada al bikini. La cantante ha convertido sus escapadas mediterráneas en una pasarela improvisada de trajes de baño minimalistas, con estampados originales, como los lunares, y diseños metalizados que se han vuelto virales en redes sociales. De nuevo, todo parece pensado para equilibrar riesgo y sofisticación, tendencia y atemporalidad.
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© @dualipaRock y actitud
Pero que nadie piense que se ha dulcificado del todo. En su día a día, Dua Lipa cultiva un estilo con tintes rockeros. Es su manera de recordar que la esencia rebelde de la estrella pop sigue ahí, aunque ahora se vista con más criterio.
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© @dualipaEl amor como catalizador
No es casual que este refinamiento haya llegado junto a su relación con Callum Turner. Más que cambiarla, parece haberla impulsado a mostrar una versión más segura y adulta de sí misma, sin perder el magnetismo que la hizo icono de estilo desde el principio. El amor, en este caso, no ha transformado a Dua Lipa: la ha hecho evolucionar.
