A veces, la prenda más democrática de todas es una camiseta blanca. Sí, la misma pieza que todos tenemos doblada en el cajón y que, de repente, puede saltar a Instagram desde el armario de una royal. Esta vez ha sido Alejandra de Hannover, la benjamina de la casa de Mónaco, quien ha compartido en stories una camiseta blanca básica con mensaje. Al frente, una declaración tan irónica como universal: “Let’s go shopping”. Y en la espalda, un guiño cinéfilo: “The Bling Ring”, el título de la película de Sofia Coppola que narra la obsesión adolescente por el lujo en Hollywood.
La camiseta, lejos de ser un hallazgo exclusivo en una tienda vintage, pertenece a UNIQLO y forma parte de la colección Celebrating Sofia Coppola, una colaboración de 2013 que rinde homenaje a la filmografía de la directora estadounidense. Es decir, hablamos de una camiseta que cuesta menos que un cóctel en Montecarlo… y que, sin embargo, ha sido la elegida por una royal que podría vestir de alta costura todos los días si quisiera. Y aquí está la magia: hasta en los palacios, las camisetas blancas con mensaje tienen su lugar.
Las camisetas con eslóganes nacieron con un espíritu rebelde. En los años 60 y 70, diseñadores como Katharine Hamnett convirtieron las camisetas con mensajes en un grito de protesta: recordemos aquella famosa con letras mayúsculas que decía “Choose Life” (y que George Michael inmortalizó en los 80). Desde entonces, se convirtieron en la prenda de todos, desde estrellas de rock hasta estudiantes universitarios. En los 2000, llegaron las camisetas publicitarias: esas que parecían sacadas de un folleto promocional pero que, gracias a Marc Jacobs o Dior, se convirtieron en objetos de deseo. Y hoy, en pleno revival de lo cotidiano, la camiseta blanca con mensaje vuelve a estar en la cúspide, pero reinterpretada como un accesorio cool, irónico y, sobre todo, universal.
Lo cierto es que esta inclinación de Alejandra por las camisetas y sudaderas con mensaje no surge de la nada. Carolina de Mónaco, su madre, ya jugaba con esa estética en los años 80 y 90, alternando trajes de gala con sudaderas de aire deportivo y camisetas con logo, mucho antes de que el athleisure se convirtiera en tendencia global. Es fácil imaginar que Alejandra haya heredado de ella esa naturalidad para mezclar lo relajado con lo sofisticado, demostrando que el estilo —incluso dentro de una casa real— también se transmite de generación en generación.
Aquí, una camiseta de UNIQLO con un guiño a Sofia Coppola tiene casi más peso narrativo que un vestido de gala en un baile benéfico. No es casual que Alejandra haya elegido precisamente una pieza inspirada en el universo de esta directora. Ella es, en sí misma, una referencia de estilo: su cine, desde Las vírgenes suicidas hasta María Antonieta, es una exploración estética constante de la feminidad, el lujo y la melancolía. Y The Bling Ring, la película citada en la camiseta, cuestiona con ironía la obsesión por las marcas y la cultura del lujo fácil.
Que Alejandra, miembro de una de las casas reales europeas, lleve una camiseta con ese título estampado en la espalda es, al menos, un gesto divertido, casi un chiste privado entre moda y cine. Una royal que se permite reírse, sutilmente, del aura aspiracional que la rodea. Quizá lo más fascinante de todo esto no es que una princesa lleve una camiseta de 20 euros, sino que sea una camiseta que tú también podrías llevar mañana. No hay estilista ni atelier de París de por medio. Solo una prenda básica que une mundos que parecían irreconciliables: la aristocracia europea y el armario universal.