Nuestras abuelas nos han transmitido lecciones muy valiosas que también podemos aplicar al mundo de la moda. De la importancia de invertir en un buen abrigo que nos dure años a su forma de personalizar la ropa con detalles únicos, ya sea con la mano de aquellas diestras en los bordados o agregando ciertas joyas. Fueron ellas las que pusieron de moda el uso de las perlas, aunque no era la única pieza con la que conseguían transformar un conjunto. También lo hacían con los broches.
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Esta pequeña joya repleta de historia era capaz de dar un toque especial a sus prendas, que sin duda eran muchas menos que las que poseemos nosotras en nuestro armario (aunque posiblemente tuviesen mejor calidad). Aunque si hablamos del origen de los broches, tenemos que remontarnos a hace casi 3.000 años, pues ya en la Roma antigua los utilizaban: primero de forma meramente práctica, después como casi un amuleto de gran valor sentimental.
"Era una forma de sujetar la ropa en tiempos en los que no existían botones ni cremalleras", explica Daniel Calvo, director creativo de Carrera y Carrera. "Ahora no hay reglas: se llevan de mil formas, desde en vestidos hasta en chaquetas, bolsos e incluso en el pelo".
Y es que ha sido especialmente durante este 2025 cuando hemos detectado un auténtico furor por los broches, que han dejado de ser reliquias empolvadas en los joyeros a conquistar, especialmente, a las chicas más jóvenes. En redes sociales como Tiktok, las búsquedas sobre "cómo llevar un broche" destacan con miles de vídeos en el que creadoras de contenido transforman básicos como camisas o americanas negras, agregando este accesorio en sus solapas.
Para muchas es, además, una aproximación al lujo con un precio medianamente razonable. Y es que tal vez no sea posible permitirse una camisa de algodón blanca de Loewe por 950 euros, pero sí un broche con el logo de la firma por 280, que además permite personalizar un buen número de prendas.
Hace años que observamos en la pasarela cómo Chanel, Saint Laurent o Schiaparelli (especialmente esta última, con sus creaciones de formas anatómicas) presentan broches reimaginados, que no solo adornan la ropa, sino el cabello o los bolsos, lo que ha contribuido a su resurgir.
Regresan también este 2025 aquellos en forma de flores vistosas que Carrie Bradshaw puso de moda en Sexo en Nueva York, como pudimos comprobar con las presentaciones de las colecciones Primavera/Verano de este año, de firmas como Versace o Dries Van Noten.
Posiblemente, el broche sea —junto al bolso—, el accesorio que ha conseguido unir el armario femenino con el masculino. En el street style de las últimas Semanas de la Moda nos hemos percatado de ello, pero también en la alfombra roja. No solo las actrices han posado con él recientemente, los hombres adornaban con ellos sus looks en la MET Gala, convirtiéndolo en parte fundamental de su vestimenta.