A menos una semana de que comience la Feria de Abril, que este año promete batir récords en cuanto a número de visitantes en la capital andaluza, las sevillanas se preparan para una semana repleta de momentos divertidos, buena música y alegría en familia y amigos. Como hispalense que lleva toda la vida creciendo entre casetas, creo que soy una aliada, un buen perfil, para aconsejar a todas aquellas que visitan esta fiesta por primera vez o que han estado en otras ocasiones por poco tiempo y que se encuentran con dudas acerca de cómo comportarse, que es lo que pueden esperar de esta festividad y cómo vestirse para una cita tan vitalista.

La Feria de Sevilla es alegría
La feria es un evento para disfrutar al máximo, siempre desde el respeto y desde la entrega hacia las costumbres propias de la ciudad. Las puertas están abiertas para todos los que, llegados desde fuera, quieren descubrir cómo se vive, con ilusión y pasión, una jornada auténtica en el Real. En estos casos, la actitud lo es todo. Como dice el refrán, "donde fueres, haz lo que vieres" y por ello aconsejo, a todo el que llegue de otros lugares, adaptarse a lo que los locales propongan y no renunciar a probar los platos típicos de esta festividad, ni a degustar las bebidas propias de la misma. Arriesgarse con un baile no es mala idea, pero conviene, primero, echar un vistazo para poder seguir, más o menos con buen ojo, el compás de las sevillanas o, si no se quiere arriesgar tanto, iniciarse con una rumba.

1. A la Feria de Abril se va cómoda
El primer consejo de etiqueta no va sobre estética, sino sobre sentido común. Aunque en los últimos años hayan proliferado estilismos de invitadas a la Feria de Abril (con o sin traje de flamenca) que podrían haber salido de una pasarela, la realidad es que las sevillanas se arreglan bastante, pero sin olvidar que la comodidad es imprescindible. Se pasan muchas horas caminando, bailando y de pie en todo el recinto y, por tanto, es importante que siempre se tenga presente que toda aprenda que se lleve puesta debe de poder aguantarse el día completo, de modo que no nos impida disfrutar sin preocupaciones.

2. Las influencias flamencas están bien, sin caer en el disfraz
Cuando una invitada no quiere vestirse de flamenca, porque no puede o porque prefiere la opción de ir vestida 'de calle' (como dicen en la capital andaluza), tiene que tener presente que las referencias al concepto flamenco están bien, pero que no es buena idea caer en el disfraz. Es decir, pueden darse bordados que recuerden a los del mantón, pueden incorporarse flecos a look o se puede apostar por un estampado de lunares, pero pensar en llevar la misma flor que se llevaría de flamenca o los mismos pendientes que se lucirían con ese tipo de diseños no es la idea más práctica y aceptada.

3. Calzado con cuña, mejor que tacón
En sintonía con la necesidad imperiosa de apostar por la comodidad en este día y a pesar de las muchas fotografías que podrían hacer pensar que las sevillanas utilizan tacones para pisar el Real, la realidad es que la mayoría escoge cuñas, especialmente si va vestida de flamenca o tacón ancho, cuando no opta por esta opción. El suelo de las casetas no es muy estable, pero este no debe ser el principal punto a tener en cuenta, sino el hecho de que se pasarán muchas horas de pie y que también hay que caminar sobre adoquín y sobre albero.

4. Piezas fresquitas para soportar el calor
El calor es el otro gran invitado qué siempre hace de acto de presencia durante la semana de la feria. Las casetas lo máximo que pueden ofrecer a sus socios y a los invitados de los mismos son ventiladores, por tanto, las que asistan a esta cita, con o sin traje de flamenca, deben de hacerse a la idea de qué pasarán por alta temperaturas. Los tejidos ligeros son grandes aliados, al igual que el maquillaje de larga duración y los abanicos para resistir la subida de los termómetros, especialmente en las horas punteras del día, que suelen coincidir con el almuerzo.

5. Un aliado para la noche
Aunque el día puede ser muy caluroso, en la noche refresca y como aliado, las sevillanas siempre optamos por kimonos, chaquetas, caftanaes y muy especialmente mantones de Manila, cuando no vamos vestidas flamenca. El mantón es muy elegante, abriga y reviste look de elegancia; sin embargo, también es un accesorio pesado por su bordado y cuyos flecos pueden entorpecer el hecho de moverse con agilidad, puesto que pueden engancharse en botones de terceros o pisarse si son muy largos. Por eso, si no estás acostumbrada a utilizar este accesorio, mejor que no lo escojas.

6. Colores vivos siempre
Ante la duda y entendiendo que la feria es un abanico de colores, gracias a los trajes de flamenca, los farolillos, los abanicos, la decoración de las propias casetas y los coches de caballo, opta por un look colorido en el que se potencien tus puntos más favorecedores y se resalte el bronceado. El rojo, los verdes, los naranjas o los morados son grandes opciones para pasear por el Real.

7. También tonos blancos y similares
Si no te sientes cómoda con tonalidades ácidas y llamativas, siempre puedes optar por la elegancia del blanco, el crudo y otros tonos similares que acostumbran a llevar las sevillanas, tanto en vestidos como en looks de dos piezas. Estos últimos permiten una mayor comodidad, porque a la hora de ir al baño, lo ponen algo más fácil.

8. Las joyas, mejor siempre llamativas
Cuando toca elegir que joyas que llevar a la feria, teniendo en cuenta que es una cita en la que el color y lo llamativo tiene un gran espacio, conviene apostar, por ejemplo, por el formato XL, en cuanto a pendientes, broches o collares se refiere. Eso sí, se permite un punto de exceso, pero no caer en estridencias, por tanto, hay que saber escoger y dosificar estas piezas para no pasarse con los complementos y tampoco estar incómoda.

9. De flamenca, mantoncillo; 'De calle', mantón
El mantón es un recurso muy habitual el lunes de 'Alumbrao' y 'Pescaíto', pero no lo es tanto entre quienes se visten de flamenca el resto de días. Ellas apuestan por el mantoncillo, una versión más corta, aunque muchas veces igual de elaborada, con un cuidado enflecado y un bordado preciosista. No del mismo modo lo hacen la que van vestidas con ropa lucida, pero corriente, pues estas pueden seguir luciendo el mantón con cuidado. Eso sí, llevándolo siempre con ellas allá donde vayan, de caseta en caseta.

10. Aunque no vistas de flamenca, peinados que recojan el pelo
No solo por las altas temperaturas, sino también por cuestiones de practicidad e higiene, las sevillanas apuestan por llevar el pelo recogido en la Feria de Abril. Es cierto que son muchas la que prefieren llevar la melena al viento cuando visten looks de invitada, pero suelen ser precisamente las que llegan a última hora y pueden soportar mejor el clima local. Para quienes pretenden estar toda una jornada es recomendable elegir un peinado, como un moño, una coleta, una trenza o incluso un recogido más elaborado, con el que se sientan favorecidas y que permita que todo el polvo que levanta al albero penetre, en menor medida, en el cabello.

11. El sevillano te abre la puerta de su casa
Por último, es un consejo y en realidad una norma no escrita de protocolo: es importante que tengas en cuenta que el sevillano te está abriendo la puerta de su casa. Los socios de caseta pagan sus cuotas anuales para tener ese pequeño trocito en el Real, un espacio que se combina con unas 16 casetas públicas. Es cierto que las públicas son minoría, así que lo más probable es que pases más tiempo en espacios privados, en los que los socios estarán a tu disposición y en muchos casos te convidarán a diferentes platos y bebidas. Como sucedería con cualquier otra invitación, el agradecimiento y los modales siempre están bien vistos. Las casetas son extensiones de los hogares y en ellos se reúnen familia y amigos, así que, la experiencia seguro será inolvidable.