Blanca Suárez nos confiesa su look de alfombra roja preferido y sus planes... ¡de raparse la cabeza!

Entrevistamos a la actriz madrileña con motivo de su último proyecto de moda

Por Paula Callejo

Con diecisiete películas y una decena de series a sus espaldas, Blanca Suárez puede presumir de ser uno de los rostros más destacados del mundo de la interpretación en nuestro país... y fuera de él. La conocimos gracias a su papel en El Internado en 2007, y alcanzó la fama mundial de la mano de Netflix con Las chicas del cable. Sin embargo, esta madrileña de 32 años no solo ha conquistado el mundo del séptimo arte, sino que también se ha convertido en reclamo para firmas de moda y belleza gracias a su ecléctico estilo. Aunque explica que lo que vemos es solo una parte de su realidad, puesto que en el día a día apuesta por la comodidad total, la realidad es la la actriz no tiene miedo a innovar a la hora de escoger look. Con motivo de su nueva campaña de baño para la firma Etam, la entrevistamos (o, más bien, hablamos con ella, puesto que la naturalidad  que desprende hace que se convierta en una charla entre amigas) sobre el poder de la moda para aportar optimismo en los momentos más grises, su look preferido de alfombra roja y esos cánones imposibles que a veces marcan las redes sociales. 

El lema de esta campaña es 'Libre de etiquetas', ¿qué significa eso para ti?

Para mí es intentar llegar a estar conforme con lo que eres, que es difícil, o al menos comenzar el movimiento hacia ello. Empezar a entender que no eres lo que los demás creen que eres o como te etiquetan. Hay cosas que hay que aceptar que uno no va a cambiar nunca, la mirada del que te mira no la vas a cambiar jamás, ni lo que se opina de ti. Cuando tú estés bien y no sientas que no estás a la altura de los cánones, cuando te sientas libre y conforme con lo que tú eres, esas etiquetas empiezan a deshacerse.

 

Y tú, por ser un personaje público estás más etiquetada que otras personas

Sí, es inevitable

¿Crees que las redes sociales ayudan a estar más libres de etiquetas o todo lo contrario? Por una parte pueden verte de una manera más cercana y por otra, todo el mundo se cree que puede opinar

Absolutamente. Creo que juega en los dos extremos, las redes sociales son una herramienta maravillosa de expresión, cercanía, comunicación directa de tú a tú. Yo ahora no necesito intermediarios para que la gente que me sigue sepa cosas de mí, obviamente sabrán lo que yo les quiera contar pero lo saben de primera mano, porque yo se lo estoy comunicando, no hay un intermediario que pueda manipular un poco mis palabras. Pero, a la vez, creo que sería hipócrita darle la espalda al concepto de que las redes sociales etiquetan y ponen encima de la mesa muchos cánones, empezando por los filtros que todos utilizamos para hacernos stories y que distorsionan muchísimo la realidad.

 

¿Consideras que las mujeres tenemos más presión que los hombres en cuanto a estos cánones de estar siempre perfectas? ¿Notas diferencia con respecto a compañeros actores?

Sí. También es verdad que haciendo una reflexión, nosotras tenemos el factor 'voy maquillada', 'no voy maquillada', 'voy en chándal', quiero decir, cambiamos mucho más, pero eso no debería ser comentable. Ellos no se pintan el ojo, no se ponen un tacón.

 

Aunque tu trabajo es el de actriz, has ejercido también como imagen y embajadora de distintas marcas, ¿qué crees que te aportan este tipo de acciones como la de ser imagen de Etam?

En general creo que acercarme al público y consumidor. Yo dependo mucho de las personas que quieran ver y disfrutar con mi trabajo, y son las mismas personas que van andando por la calle y vean mi cara en un escaparate y digan ‘uy pues eso que lleva me gusta’. Yo creo que va todo como un poco de la mano, pero es verdad que este tipo de colaboraciones no existiría si no hubiera unos andamios de otra cosa, que en mi caso es la interpretación.

¿En qué te fijas al elegir la ropa de baño? ¿Eres fiel a las tendencias o más de básicos?

Soy de todo un poco, depende del momento. Tengo desde lo más ‘pajarero’ en el armario hasta los básicos que siempre tienen que estar.

 

Y de esta colección de Etam, ¿cuál es tu diseño preferido?

¡El que llevo puesto, que lo puedes usar también de top, y luego hay muchos otros. El verde asimétrico es muy guay. En general las braguitas de Etam sientan muy bien, para mí es un temazo lo de las braguitas. A veces se te clavan, te hacen mollita, es como que estás incómoda… y con estas no me pasa.

A menudo se dice que las españolas arriesgamos poco al vestir y al maquillarnos. Sin embargo tú y otras actrices como Úrsula Corberó demostráis que no es así. ¿Por qué crees que en general tenemos miedo a dar ese paso y jugar con la moda?

Bueno, vosotros también me veis en ocasiones como hoy. Yo en mi vida no tengo este pelazo ni llevo pestañas postizas ni voy subida a los tacones. Hay gente que sí, y yo lo admiro mogollón, me fascina la gente que se produce todos los días muchísimo, me vuelve loca. Yo creo que es verdad que en España hemos sido siempre como mucho más light en ese sentido, no sé a qué se debe. La cultura a la estética viene mucho más del mundo latino, es verdad que ahora a través de las redes sociales todo el mundo del maquillaje está petando.

Pero hay veces que ves todas esas tendencias tan potentes en redes y luego no se traslada a la vida real. ¿Puede tener algo que ver con ese miedo a que te juzguen o te etiqueten del que hablábamos?

Cuántas veces hemos estado en una tienda y hemos dicho ‘wow’ esto, me encanta pero ¿cuándo me lo pongo? ¡Pues cuando tú quieras! Para ir a trabajar mismamente, a ver, sí que es verdad que igual un vestido de cola de lentejuelas pues no (risas) Pero es que creo que tenemos que empezar a darnos cuenta (y yo la primera, porque me sigue pasando hoy en día) de que todo vale cuando tú quieras que valga. Yo tengo amigas que siempre, todos los días van con tacón de aguja, que dices ‘es imposible’, pues no. Y pienso ‘claro que sí, ¿y por qué no?’ mientras tú estés cómoda.

Es verdad, a veces nos falta ese puntito de atrevimiento. Tú hoy llevas un melenón de sirena y te hemos visto con mil y un cambios de look. ¿Hay alguno con el que no te hayas atrevido todavía, que te quede pendiente?
Raparme la cabeza

 

¿Y lo tienes en mente?
Sí, siempre lo he tenido, pero…

 

¿No puedes por trabajo?
Bueno, de hecho, si saliese un proyecto en el que encajase, podría ocurrir, lo que pasa es que dedicarte a esto y verte así es difícil, hay que tener valor. Pero mira Úrsula, se lo cortó y está guapísima.

Si te pregunto por un look tuyo de alfombra roja que recuerdes como ‘este día me vi guapísima’ y otro que digas ‘no me lo volvería a poner’, ¿se te vienen algunos de primeras?

Sí, los de ‘no me lo volvería a poner sí’ pero porque la moda cambia y lo que molaba hace 10 años ahora es un cuadro (risas), entonces creo que ahí no voy a entrar porque habría muchos. Al que tengo especialmente cariño es el que llevé a los primeros Goya a los que fui, que llevaba un Blumarine increíble de tul y lentejuelas en tono nude. Lo recuerdo especialmente guay por todo el día que fue, por lo que significó para mí, era el primer vestido largo de gala que me ponía casi en mi vida. Era uno de manga corta que parecía como de hada, era, uff, un sueño... Me lo volvería a poner, sin duda. Recuerdo que fui tan feliz de saber que me podía poner un vestido así...

 

Bueno, es que es parte del poder de la moda, a veces te vistes y te cambia el ánimo

Sí, sí, y tener la suerte de tener ocasiones para poderte poner eso, que igual si no me dedicara a esto jamás me podría poner algo así.

 

Otro ejemplo fue el vestidazo de tul azul celeste de Navascués que llevaste en el Festival de San Sebastián, que veníamos de un año muy gris y causó un gran impacto

Las chicas con las que trabajo me decían ‘bueno igual es un poco…demasiado’, y yo decía ‘es que si no me lo pongo aquí, ¿cuándo me lo voy a poner?’

Quizás ahora hace falta más fantasía que nunca, ese tipo de looks. La moda nos puede ayudar ahora a tener un poco más de positivismo, aunque a veces se considere algo frívolo

Pero es que hay veces que a la palabra ‘frivolidad’ se le da una connotación negativa, pero creo que bien expresada y bien dirigida es guay, yo creo que frívolo es eso, haberme puesto todo este pelazo para venir hoy aquí. Es divertido, es un juego, hace falta.

¿Cómo te ha afectado a ti este último año? Tanto a nivel personal como laboral o físico.

Depende del día que me preguntes es probable que te responda cosas diferentes, y hoy en día me sigue pasando. Lo he vivido de todas las maneras: dramático, con mucho sentido del humor negro, apocalíptico, súper positivo...Ostras, es que nos hemos enfrentado a cosas muy difíciles de gestionar. Yo muchas veces que voy por la calle y me abstraigo y digo '¿pero qué es esto?' Es surrealista. 

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