Las nórdicas y francesas coinciden: las botas de agua son tendencia (y no solo cuando llueve)

El gusto por las prendas funcionales que anteponen la comodidad ante todo, sin olvidar el diseño, queda patente en las nuevas propuestas que inundan las tiendas de cara a la nueva temporada otoñal. El chándal, las mallas y las zapatillas adelantaron una tendencia que ha dejado de estar limitada a la estética athleisure para abrazar todo tipo de prendas. Siluetas holgadas, cortes que proporcionan libertad de movimiento, tejidos confortables... el triunfo del armario comfy se materializa en la nueva estación a través de vaqueros de tiro bajo y sobrecamisas oversize, entre otras supertendencias. Dentro de la categoría del calzado, las botas combat parecen irremplazables, logrando incluso relegar a un segundo plano a las ubicuas sneakers. Un diseño podría hacer frente a esos modelos de inspiración militar: las botas de lluvia. Como lo lees, estas propuestas normalmente ligadas al armario infantil, se han colado en los looks de entretiempo de algunas de las prescriptoras más influyentes. Y su presencia en la pasarela confirma que saltar charcos estará más de moda que nunca este otoño. 

Las botas de agua de caña alta son las más populares entre las expertas. Diseños confeccionados en goma, con suela dentada para evitar resbalones y un diseño depurado que no añade adornos superfluos. La apuesta preferida de Kate Moss y Alexa Chung para ir al lluvioso festival de Glastonbury, donde paseaban sus botas Hunter repletas de barro, da el salto a los conjuntos urbanos y las insiders de la industria ya no solo se acuerdan de estas creaciones en los días de lluvia. Esta tendencia sorpresa ha convencido, de momento, a la influencer sueca Matilda Djerf, quien ha elegido por uno de los modelos con vocación de objeto de deseo. Un diseño de Ganni -firma que enloquece a las amantes de las tendencias menos convencionales- fabricado con caucho reciclado que, sin miedo a equivocarnos, colmará los armarios de estilistas, editoras y modelos. 

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La francesa Chloe Lecareux, una de las abanderadas del nuevo chic parisino, ya ha olvidado las sandalias para rendirse a la gran novedad en materia de calzado. En su caso, opta por unas botas de lluvia también negras, pero renovadas con un mensaje con guiños a la sostenibilidad en la moda: Do you recycle? (¿Reciclas?), se puede leer en exterior de la caña. Un modelo a la venta en Zalando que, igual que Matilda Djerf, integra en un estilismo de calle de lo más sencillo. Mientras que Djerf apuesta por actualizar la silueta working combinando falda y americana con este zapato todoterreno, Chloe se decanta por reciclar el clásico vestido blanco estival. La influencer y diseñadora de joyas danesa Josefine HJ también aboga por combinar las botas de lluvia con prendas sofisticadas, demostrando que el contraste de estilos es una de las fórmulas más eficientes si se busca innovar sin grandes esfuerzos. 

El éxito de estos modelos impermeables se refleja en la pasarela gracias a firmas como Versace. La casa italiana propone para el otoño sencillos diseños en tonos blancos, que conviven en el armario con otros clásicos de la temporada, como el abrigo de tartán. Daniel Lee, director creativo de Bottega Veneta, también ha sabido crear necesidad hacia esta tendencia gracias a sus Puddle Boots, de caña baja y colores muy variados reinterpretan la silueta clásica de las botas de lluvia y se dibuja como otro de los próximos hits de estilo que no tardaremos en ver en el universo digital. Una apuesta para pisar con fuerza, también sobre los charcos.