Historia de un flechazo: el collar de caracolas con el que María F. Rubíes termina todos sus looks

La 'influencer' demuestra que este accesorio combina con todo tipo de estilismos, desde opciones playeras a otras más urbanas

Por Regina Navarro

No comemos el mismo tipo de alimentos en invierno y en verano, tampoco lucimos prendas con los mismos colores o estampados y, con los complementos, sucede algo parecido. Si las joyas metálicas y minimalistas son perfectas para combinar con jerséis de cuello cisne, los accesorios de cuentas de colores, conchas o perlas son los preferidos junto a camisetas, vestidos livianos y bikinis. Ya te adelantamos que a las influencers les gusta mezclarlos entre sí, hasta conseguir looks únicos con cierto sabor nostálgico que, probablemente, te recordarán a tu adolescencia. También que Gigi Hadid, Teresa Andrés Gonzalvo o María F. Rubíes coinciden en que los collares de cuentas son tendencia. Por eso no sorprende que, esta última, haya encontrado en un diseño de este tipo su opción preferida para llevar en vacaciones con todo tipo de estilismos.

Si te gusta estar al día de los looks de la madrileña es probable que hayas descubierto que, desde hace algunas semanas, no se separa de un collar largo. Se trata de un diseño de caracolas mini, bastante largo, que permite dar varias vueltas alrededor del cuello. Aunque María no ha desvelado a que firma pertenece, puedes encontrar modelos similares en gigantes del fast fashion como Zara. Ella lo luce con dos vueltas asimétricas, una más larga que luce a modo de gargantilla y otra que se extiende sobre su pecho. Una forma que te resultará especialmente familiar ya que fue una de las tendencias más extendidas de los 2000. Lo más llamativo es que la influencer lo lleva con todos los looks de su maleta estival, convirtiéndolo en su accesorio preferido del verano.

María ha demostrado que este tipo de accesorios funcionan perfectamente con los estilismos más playeros –la influencer lo ha llevado con bikinis en sus vacaciones en Ibiza– o con otras opciones más sofisticadas. Una de las primeras veces que lo lució fue a finales de julio, cuando lo combinó con un vestido satinado de color naranja y con un pequeño estampado de flores de la firma Cloe Cassandro (365 euros). También con un conjunto de shorts de jacquard de Lefties (9,99 euros) y una blusa de organza de flores de Zara (29,95 euros), con el que ratificó no solo que el naranja le favorece y que ayuda a potenciar el bronceado, sino que este complemento de aire playero también queda bien con propuestas más urbanas.

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