¿El fin de un imperio? Victoria's Secret cerrará decenas de tiendas

La famosa marca de lencería ha visto cómo sus beneficios han descendido en los últimos años a pesar de que su desfile sigue contando con algunas de las tops más cotizadas

Por Elena M.Medina

El último desfile de Victoria's Secret fue seguido por más de tres millones de personas, una cifra que podría parecer elevada pero que si la comparamos con ediciones previas resulta muy inferior a la audiencia que congregó un año anterior, cuando cinco millones de personas se sentaron a ver el show más mediático de la industria, que en 2016 llegó hasta los 6,7 millones de público. Esta pérdida de interés por parte de los espectadores se refleja también en su clientela, que se ha empequeñecido poco a poco influyendo en el descenso de ventas de la que es la firma de lencería más famosa del mundo. Ni siquiera contar con las modelos más cotizadas del momento, como Kendall Jenner, Gigi o Bella Hadid, tres ángeles que en Instagram suman más de 174 millones de followers, ha conseguido relanzar la popularidad de Victoria's Secret. Según recoge Business of Fashion citando a Bloomberg, la marca planea cerrar 53 tiendas en Estados Unidos y Canadá.

El minorista de moda estadounidense L Brands, dueño de la firma lencera, anunció el plan de clausurar decenas de puntos de venta a lo largo de este año. Un total de 53, una cifra más de tres veces mayor que las 15 tiendas que cerró de media el pasado año. "Debido al menor rendimiento de Victoria's Secret, hemos reducido sustancialmente la inversión de capital", comentaba la compañía en unas declaraciones recogidas por Bloomberg. Una de las fechas en la que las marcas de moda experimentan un crecimiento de ventas significativo es la Navidad, pero también en este periodo, Victoria's Secret vio cómo sus ventas se resentían en comparación con años previos. Pero, ¿a qué se debe esta pérdida de interés? Una de las críticas más recurrentes ponía en el punto de mira la falta de diversidad de un desfile que comenzó a celebrarse en el año 1995 y que, desde entonces ha introducido mínimos cambios sobre la pasarela, donde solo aparece un único tipo de cuerpo, una figura que las modelos logran con una intensa rutina de entrenamiento que comparten bajo el hastag #trainlikeanangel (entrena como un ángel). A lo largo de estas más de dos décadas, las necesidades y aspiraciones de sus clientes han cambiado y en una era en la que el body positive se ha convertido en un reclamo más de las marcas, Victoria's Secret se ha mantenido al margen, apostando por la imagen hipersexualizada de la mujer que tan de moda estaba en la década de los noventa. 

Modelos como Robyn Lawley promovieron el año pasado un movimiento en redes sociales en el que bajo el eslogan "Todos somos ángeles" pedía a la marca ser más diversa e inclusiva con los diferentes tipos y formas de cuerpo. Pero el día del desfile nada cambió sobre la pasarela y este hecho se sumó a unas polémicas declaraciones que Ed Razek, director de marketing de la firma, pronunció al ser preguntado en la edición americana de la revista Vogue si debería haber modelos transgénero en el desfile de Victoria's Secret: "No, no creo que debamos contar con modelos transgénero en el show. ¿Por qué? Porque nuestro espectáculo es una fantasía (...)", un comentario que generó que el hastag #Time4respect se viralizara en redes sociales. 

Otro de los motivos que podrían explicar el ocaso del imperio Victoria's Secret es el auge de firmas lenceras que abrazan la diversidad. Una de las más populares, la marca Savage x Fenty by Rihanna que la cantante lanzó el pasado mes de mayo. Entre sus propuestas, que ella misma luce presumiendo de curvas en algunas imágenes de la firma, había diseños de todas las tallas, desde las más pequeñas a las más grandes y modelos como la curvie Audrey Ritchie se convirtieron en protagonistas de sus campañas. Todavía quedan varios meses por delante para el desfile 2019 de Victoria's Secret, del que todavía no ha trascendido ningún detalle, pero este año más que nunca todo el mundo prestará atención a la estrategia de la marca que, teniendo en cuenta la repercusión económica que han tenido sus últimas decisiones, no sería extraño que introdujera cambios sustanciales. 

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