El 'botín-mule' de Chanel, el calzado que te hará olvidarte de las zapatillas

Como siempre, el de Chanel es uno de los desfiles más esperados de la Semana de la Alta Costura de París y la colección de este año ha acaparado titulares no solo por los diseños presentados sino por la ausencia de Karl Lagerfeld. El director creativo de la maison, de 85 años, no ha aparecido al final del desfile para saludar a los presentes, como suele ser habitual. En su lugar, junto a la top Vittoria Ceretti, encargada de llevar el codiciado look nupcial del show, se ha podido ver a Virginie Viard, mano derecha del káiser. Fuentes internas han declarado a WWD que el creativo se encontraba cansado. Aunque no se le ha podido ver en público, la colección Haute Couture que ha creado para la próxima Primavera/verano 2019, refleja el estilo del alemán y la esencia de la icónica firma francesa. Y entre las propuestas que han desfilado, ha llamado la atención un accesorio que se ha repetido en los looks de muchas de las modelos: un botín con apariencia de mule.

Si eres amante de la moda y las tendencias conocerás de sobra la palabra, pero para los que no estén familiarizados con este término, el zapato tipo mule es aquel diseño que deja el talón al aire pero cubre la parte delantera, aunque en su versión más estival encontramos también alternativas tipo peep toe. Chanel ha combinado la estética del mule con los botines de punta y ha añadido un tercer elemento, propio de las sandalias o los zapatos de noche, la hebilla lateral, dando lugar a un original accesorio. Este modelo se desmarca de los botines negros más básicos gracias a su particular silueta, pero sin ser extravagantes o difíciles de adaptar a un look cotidiano. Resultan perfectos para sustituir a los salones en las noches frías de invierno y, a su vez, pueden funcionar a la perfección con las prendas más desenfadadas, esas que habitualmente llevamos con zapatillas o botas de estética militar.

Aunque se han visto sobre todo en color negro, esta novedad también se ha presentado en otros colores neutros como el blanco o el gris verdoso. Junto a ellos, las propuestas en rosa cuarzo y azul cielo de este mismo modelo han dado el toque de color. Siguiendo la estela de la bailarina bicolor de Chanel o las alpargatas con el logo de la doble "C" bordado en la puntera, estos botines podrían conseguir hacerse un hueco en los armarios de las expertas en moda más influyentes, tanto aquellas que se caracterizan por su estilo depurado y clásico como las que abrazan las mezclas más arriesgadas. 

En esta ocasión el Grand Palais, lugar donde tradicionalmente Chanel celebra todos sus desfiles, se ha transformado en Villa Chanel, una mansión de veraneo ubicada en el mediterráneo, con jardines de palmeras y una piscina en el centro de la pasarela. Un escenario que contrastaba con las calles nevadas de la capital francesa. Estilismos aparte, el beauty look ha sido uno de los aspectos más llamativos, y es que las modelos han desfilado con un peinado que, en palabras de su creador, el reputado estilista capilar Sam McKnight, se inspira "en los iconos de los primeros años ochenta y el romanticismo del siglo XIX"