
Si hay una época del año en que nuestra salud es más susceptible de sufrir daños es durante las primeras semanas de frío. Los cambios de temperatura que se producen al pasar de un interior caldeado gracias a la calefacción a un exterior húmedo y frío son los culpables de que los resfriados se multipliquen. Otra consecuencia que afecta a nuestro día a día tiene que ver con el vestuario, que sigue en muchos casos la complicada tendencia del layering, es decir crear looks basados en la superposición de prendas. Para adaptarte al calor de tu espacio de trabajo sin dejar de protegerte del frío cuando salgas a la calle, nada mejor que construir un vestuario equilibrado, con diseños polivantes y materiales que se adapten a las necesidades de cada situación.
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Jerséis calados
Un truco muy fácil pero muy efectivo consiste en apostar por jerséis calados o de punto amplio que permiten pasar el aire a través de sus aberturas de mayor o menor tamaño. Lúcelo sobre camisetas de algodón del mismo color de manera que puedas deshacerte del jersey si el calor se hace demasiado intenso. Como calzado, puedes sustituir los botines cerrados por un zapato más primaveral pero que te mantenga aislada del frío, como las zapatillas de animal print que luce Gala González.
Vestidos anchos
Un maxivestido ancho que podrás llevar con o sin medias es con probabilidad una de las opciones de vestuario más cómodas. No solo porque, al ser una sola pieza, te evita pensar cómo combinarlo sino porque su hechura holgada aporta libertad de movimiento a tu figura, sin costuras incómodas o roces innecesarios. Un efecto parecido lo puedes conseguir conjuntando una falda midi con un jersey amplio, un truco visto en el Street Style con el que además no pasarás calor.
Mucho volumen
Recurrir a prendas con volumen, es decir de corte oversize, es el camino fácil para adaptar nuestro armario de invierno a los ambientes con calefacción. Estos diseños, aunque confeccionados con tejidos cálidos, son menos abrigados que, por ejemplo, los típicos jerséis de canalé y cuello vuelto que se ciñen a la silueta sin permitir pasar el aire. Con mangas abullonadas o de longitud media, piezas caladas, pantalones acampanados o tipo cropped... Si buscas actualizar tu vestidor al microclima de tu oficina, procura hacerte con este tipo de propuestas.
Botas sí, medias no
Olivia Palermo también recurre a un clásico del otoño: utilizar las botas altas como sustituto de las medias. Un gesto que instagramers como María Bernad también ponen en práctica, especialmente con vestidos que en ningún caso sobrepasan la altura de la rodilla. Si bien puedes apostar por creaciones de manga larga o media, lo mejor es elegir un diseño tipo pichi como este de Uterqüe que puedas llevar con camisetas, camisas o blusas.
Mezcla de básicos
Muchas veces la solución más acertada es también la más obvia. Para hacer frente al ambiente cálido y seco que generan las calefacciones nada mejor que acudir a los básicos. Camisetas y tops de algodón de tejidos transpirables combinados con vaqueros anchos que también utilizamos durante los meses de calor: una mezcla de clásicos que podrás lucir siempre y cuando el dress code de tu oficina te lo permita. Si los conjuntos casual no están aceptados, siempre puedes cambiar los jeans por unos pantalones de algodón y los tops por camisas de materiales ligeros.
Chaquetas de punto
Deja a un lado las prendas de tejidos típicamente invernales como la lana, la pana o el ante y apuesta por el punto, el aliado infalible en casi cualquier época del año. Las chaquetas confeccionadas con esta tela son idóneas para esos días en que el clima cambiante (de la calle y tu espacio de trabajo) puede jugarte malas pasadas con tu vestuario. ¿La clave? Invertir en una -o varias- chaquetas básicas de botones que puedas lucir con camisetas en el día a día.
Mono de entretiempo
Con manga larga y un tejido a medio camino entre el lino y el algodón, los monos de entretiempo se distinguen como unos de los recursos más funcionales a la hora de crear un look de trabajo versátil, que puedas adaptar a las diferentes situaciones y temperaturas del día. Hazte con un diseño amplio, que aporte libertad de movimiento sin ceñirse demasiado a la silueta y que tenga escote abotonado para poder regular su abertura. El de la instagramer francesa Adenorah es de Musier, la firma de ropa que lanzó hace unos meses.
Contraste de tejidos
Un look que se asemeja al clásico mono de verano pero con un aire otoñal es el que defiende la prescriptora de estilo noruega Jeanette Madsen con este conjunto. Un mono de tela fluida (y estampado de serpiente, la tendencia inamovible), al que añade un jersey tipo crop top de lana. Esta combinación es todo lo que necesitas para encontrar el equilibrio entre prendas cálidas y suaves sin necesidad de caer en un layering complicado y poco práctico. Además si, como Jeanette, completas el vestuario con un zapato de abertura en V lograrás estilizar tu silueta gracias a la sensación de verticalidad que proporciona.
Abrigo 'glossy'
Si te gustan las mezclas monocromáticas, procura que las prendas superiores sean fluidas o incluso de manga corta. Un jersey con cuello medio pero sin manga (tipo chaleco) o de manga corta puede ser la solución para esos días en los que parece que el invierno solo está en el exterior. Eso sí, al salir por la puerta recurre a un maxi abrigo acharolado o glossy que, además de romper con la sobriedad de los total look, te mantendrá protegida de los cambios bruscos de temperatura.