5 trucos para quitar las arrugas de la ropa sin utilizar la plancha

Tu ropa quedará perfecta a diario (y también cuando estés de viaje)

Por Cristina Sánchez de Pedro

Es una realidad: planchar no está entre tus tareas favoritas y lo pospones indefinidamente. Sin embargo, no puedes presentarte en la oficina con la ropa arrugada. Pero pasarle la plancha antes de salir corriendo hacia el trabajo cada mañana, tampoco entra en tus planes. ¿Te suena este escenario? Seguro que más de una vez te has arrepentido de no haber preparado tu camisa la noche anterior pero tranquila, ¡estás de suerte! Hoy te contamos cómo deshacerte de las molestas arrugas sin necesidad de montar la tabla de planchar ni gastar tu valioso tiempo esperando a que el aparato se caliente.

Toma nota de estos 5 trucos fáciles para que la ropa quede perfecta (además, también te servirán cuando estés de viaje y la plancha no sea una opción a mano).

1. Con el secador o la plancha del pelo

El truco más fácil de todos consiste en colgar la prenda de una percha y dirigir el calor del secador hacia la zona arrugada, insistiendo hasta que desaparezcan. Ahora bien, recuerda que los milagros no existen. Si se trata de marcas muy pronunciadas puede que no consigas tu objetivo. Pero para eso quizás si pueda servirte la plancha del pelo. Este aparato te resultará muy útil para las arrugas más 'externas' de tus prendas, por ejemplo en el cuello, las mangas o la zona de los botones. 

2. Con agua pulverizada

Con la ayuda de un spray, y a unos 30 centímetros de distancia, rocía con agua directamente sobre la arruga de la prenda colgada. Cuando se seque, la zona tratada quedará lisa. O, al menos, se difuminarán un poco las arrugas más marcadas. 

3. Con el vapor de una tetera

Este truco es el más eficaz para los pliegues más pequeños. Calienta agua en una tetera y espera hasta que hierva. Sostén la parte arrugada a unos 30 centímetros de la salida del vapor de agua y verás cómo poco a poco van desapareciendo los pliegues. No pienses que es magia, se trata de reproducir el tradicional gesto de vaporizar la prenda con la plancha, pero sin ella. 

4. En la ducha

Este método no es el más rápido, pero sí uno de los más conocidos, efectivos y utilizados y sigue el mismo principio que la tetera: permite aprovechar el vapor que se genera con el agua de la ducha para dejar la ropa como recién planchada. Un ahorro de trabajo y energía que se consigue colgando la ropa en el baño cerca de la ducha (la fuente de vapor en este caso), pero con cuidado de que no se moje. Cuando acabes de ducharte, las arrugas habrán desaparecido.

5. Con una tela humedecida.

Consiste en colocar la prenda en una superficie plana y poner una tela húmeda (una toalla o una gasa) sobre ella. Se presiona en la zona de la arruga mientras, al mismo tiempo, tratamos de alisarla. Cuando la prenda se seque, los pliegues serán cosa del pasado. 

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