Todo empezó cuando unas fotografías confirmaban que algo estaba pasando en el vestidor de Kim Kardashian. Piezas oversize, más propias del armario de su marido Kanye West que del suyo, tejidos orgánicos, y un estilo donde la máxima del dress for less impera por encima de todas las cosas. Puntualizaciones estéticas a las que se suman dos nuevos hechos: su corte de pelo y su nueva figura. Ahora más que nunca podemos afirmar que estamos ante la nueva Kim.
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Kim Kardashian a su llegada al Sunset Tower Hotel situado en el West Hollywood, California.
La socialitè ha cortado su larga melena para convertirla en midi, uno de los estilos beauty más aplaudidos de la temporada. Un corte que ha lucido tanto en versión liso, recto y con raya en medio, consiguiendo el efecto plancha; como con el efecto wet, conseguido a base de productos que simulan un acabado mojado. El resto de su beauty look muestra su fidelidad a la naturalidad que la caracteriza. Ojos ahumados, eye-liner, máscara de pestañas, polvos terracota en zonas estratégicas y gloss que realzan sus carnosos labios.
Liso vs mojado; las dos últimas versiones de la melena midi de Kim
Un look que lució en Los Ángeles con motivo de la fiesta del The Daily Front Row's 3rd Annual Fashion, y a la que acudió con un espectacular diseño blanco repleto de detalles, que dejaba entrever su nueva figura de infarto. Un dress code compuesto por dos elementos clave: un body blanco sobre el que Kim ha superpuesto una pieza joya que destaca por su acabado artesanal. ¿La clave? La zona del busto donde borlones y paneles de lana conviven con elegantes perlas que decoran el diseño de pies a cabeza.