Donna Karan se retira. La diseñadora estadounidense abandona DKI, firma homónima que fundó junto a su marido, después de treinta años de trabajo. Convertida en una de las marcas más influyentes de los años 90 y firma de cabecera de la realeza y la clase política, así como de tops y actrices de Hollywood; Karan se ganó el reconocimiento de la industria gracias a sus creaciones. La diseñadora ha convertido en oro todo lo que ha tocado.
Una sorprendente decisión con un claro motivo: centrarse en su compañía y fundación Urban Zen. De momento, el barco se queda sin capitán ya que la dirección de la firma americana no tiene previsto sustituir a la diseñadora, al menos a corto plazo. Un hecho que provoca la suspensión temporal de colecciones y desfiles de Donna Karan. Así, a partir de este momento, y hasta nuevo aviso, todos los esfuerzos de DKI estarán centrados en el desarrollo de DKNY, la marca low cost de la compañía cuya dirección creativa pasa ahora por las manos de los chicos de Public School.
"Quiero expresar mi gratitud y más sinceros sentimientos a las docenas y docenas de colegas que a lo largo de estos años me han ayudado a hacer de Donna Karan New York algo más allá del mejor de mis sueños". Y así ha querido despedirse Donna Karan en un comunicado oficial emitido por DKI. Un punto y final a una exitosa carrera profesional que nos deja todo un ejemplo de una mujer emprendedora. No sólo cambió el armario de la mujer en los años ochenta, en una época en la que la industria estaba plagada de hombres tras las firmas de moda, sino que supo construir todo un imperio alrededor de su marca (desde productos de belleza, hasta complementos y colecciones para hombre).
