¿Y si el 'Blue Monday' fuera un mito?

Te explicamos por qué deberías sentirte feliz en el día más triste del año

Por Regina Navarro

La primera vez que se habló del término Blue Monday fue en 2005. Cliff Arnall, profesor en el Centre for Lifelong Learning, de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, parecía haber descubierto una ecuación que señalaba la fecha en la que nos sentíamos más abatidos. Pero, según trascendió más tarde, el experto buscó el día para ayudar a la compañía de viajes Sky Travel a complementar una campaña comercial. Así, prestando atención a diferentes factores como el clima, la situación económica o los niveles de motivación -aseguraba que ya muchos habían fallado en sus propósitos de año nuevo- llegó a la conclusión de que el día más triste del año era el tercer lunes del mes de enero. Sin embargo, son muchos los que ponen en duda esta teoría.

Por ejemplo, el portal de búsqueda de empleo Job Today parece desmontar la teoría en su informe No estés triste, Blue Monday no existe. Basándose en las búsquedas que los internautas españoles hacen en Google, han llegado a la conclusión de que no es durante el mes de enero cuando se registran más consultas relacionadas con los síntomas que, en principio, estarían relacionados con la tristeza. Son los meses de julio y septiembre los que más búsquedas congregan en este sentido. Tampoco el interés es el mismo en todas las zonas de España. El estrés parece preocupar más a navarros y murcianos, mientras la tristeza importa más a quienes viven en Extremadura y Castilla-La Mancha.

El médico británico Ben Goldacre, miembro principal de investigación clínica en el Centro de Medicina Basada en Evidencia, ha mostrado en más de una ocasión su desacuerdo con la ecuación de Arnall. Tal y como explica en uno de sus artículos, hay evidencia científica de que es en verano cuando más tristeza sienten buena parte de las personas. Por su parte, Dean Burnett, doctor en neurociencia y autor de El cerebro feliz, argumenta en un artículo publicado en The Guardian que, para determinar la fecha, Cliff utilizó variables difíciles de cuantificar que le restan credibilidad, como el tiempo desde Navidad o los niveles motivacionales, y que, por tanto, carece de evidencia científica. El experto indicaba que eso no significa que no existan días más tristes que otros, pero lo normal es que no sean los mismos para todos y estén motivados por diferentes factores, tanto internos como externos. Incluso el propio Arnall, en 2017, puso en marcha una campaña en redes sociales para ignorar el término que inventó para completar una acción comercial.

Sin embargo, aunque el fenómeno del Blue Monday no exista como tal, los expertos alertan: el haber fijado una fecha concreta para sentirnos más tristes y el bombardeo constante, pueden aumentar las posibilidades de sentirnos mal. Según explican los psicólogos, cuando estamos expectantes ante un hecho, éste puede influir y condicionar nuestra forma de actuar. Es decir, si durante el Black Friday nos concienciamos de que es un día en el que se gasta más y se espera que invirtamos más, terminaremos por hacerlo. Y con el día más deprimente del año podría suceder algo parecido. 

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