¿Sabes en qué etapa está vuestra relación?

Seguro que alguna vez te ha pasado: conoces a un chico, todo parece ir bien y, de pronto, vuestra relación se estanca, no pasa al siguiente nivel. A veces se debe a la pérdida de confianza, el desapego o la personalidad -las principales causas por las que las parejas deciden poner fin a su relación, según apunta un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Utah-. Pero a tus amigas les sucede justo lo contrario. La ciencia del amor parece compleja de entender y de descifrar. Sin embargo, algunos expertos aseguran que en realidad todo se desarrolla de un modo parecido. Las parejas atraviesan cinco etapas en sus relaciones y, dependiendo de en qué punto se encuentren, es sencillo determinar si el final del romance está cerca o no.

1. La torpeza

Cuando conoces a alguien y las primeras veces que quedas con esa persona los nervios y la vergüenza pueden resultar traicioneros. Nora DeKeyser, coach sentimental y creadora de Three Day Rule, una empresa innovadora de emparejamiento que trata de personalizar al máximo las citas, asegura que esa incomodidad debe ir perdiéndose con el tiempo, hasta alcanzar una segunda fase, en la que todo resulte más sencillo. ¿Uno de sus consejos más recurrentes para que todo fluya? Una comunicación abierta.

2. La atracción

Una vez superadas las primeras citas y los primeros nervios llega ese momento que muchos describen como mariposas y que los expertos definen como de atracción o de luna de miel. Es el momento en el que solo se ven las cosas positivas del otro, apenas surgen riñas ni complicaciones… una fase que, antes o después, termina. ¿Significa eso que se ha acabado el amor? "La fase de la luna de miel se desvanecerá con el tiempo, pero el amor debería crecer con el tiempo. La luna de miel es un sentimiento rápido de emoción, excitación, que puede ser adictivo al principio. El amor es un sentimiento de estabilidad, asociación, intimidad y confianza profundas, y valores compartidos", explica Bela Gandhi, fundadora de Smart Dating Academy, en una entrevista concedida a My Domaine.

3. La incertidumbre

Aunque muchos se empeñen en sostener lo contrario, lo cierto es que eso que los científicos han denominado la química del amor, y no es sino una serie de estímulos que nos llevan a sentirnos atraídos por otra persona, existe. "En general los datos de nuestro estudio mostraron que la oxitocina activa el sistema de recompensa, manteniendo así el vínculo entre la pareja y promoviendo la monogamia", explica el profesor Hurlemann, científico de la Universidad de Bonn, en Alemania. Sin embargo, y aunque el cerebro parezca tenerlo claro, es en este momento cuando pueden surgir las dudas. ¿De verdad seremos felices a la larga con esa persona? ¿Tenemos el mismo planteamiento de vida? Los expertos en relaciones de pareja recomiendan hablar, hablar y hablar para resolver todas estas cuestiones y pasar, si toca, a la siguiente fase.

4. La intimidad

Si las dudas han sido superadas y parece que, de verdad, hay amor entre ambos, llega el momento de la intimidad. Es decir, ese instante en el que de verdad observas y conoces a tu pareja. En el que te das cuenta de sus debilidades, sus incertidumbres, sus miedos, sus inseguridades… y, claro está, todas esas virtudes en las que ya habías reparado con anterioridad. Es entonces cuando los expertos aseguran que te das cuenta de la verdadera profundidad de la relación. Descubres que entre ambos hay un "vínculo y confianza que os mantiene unidos", apunta la psicóloga Jennice Vilhauer en uno de sus artículos.

 

Una publicación compartida de JESSICA GOICOECHEA (@goicoechea22) el 14 Nov, 2018 a las 7:36 PST

 

5. La asociación

Si te has dado cuenta de que tu pareja se ha convertido en tu mejor amigo, lo pasáis bien juntos y os hacéis felices el uno al otro, suele ser el momento de dar un paso más. Para algunos podría implicar irse a vivir juntos, para otros casarse. Y, para todos, algo de esfuerzo para evitar descuidar la relación. Eso sí, Bela Gandhi recuerda que, aunque toda relación requiere trabajo, no debería resultar difícil ni costoso. Una buena relación debería ser fácil en general.