Tu nombre podría determinar si tendrás más éxito que tus amigas

Al menos eso es lo que aseguran diferentes estudios que analizan cómo puede marcar tu vida la forma de llamarte

Por Regina Navarro

Elegir el nombre de una persona no es tarea fácil: lo acompañará durante el resto de su vida y la marcará en cierto modo. Tal vez por eso una de cada cinco madres, según una encuesta publicada por The Guardian, se arrepiente del que escogió para su hijo. La elección parece tan compleja que incluso hay profesionales dedicados a buscar el más adecuado para que los padres no tengan que pensar demasiado. Una medida que puede parecer exagerada, pero, ¿lo sería si de esa deliberación dependiera el éxito que vas a tener en la vida? Te explicamos, según la ciencia, las claves para que sepas si tu nombre es sinónimo (o no) de una mayor facilidad en el trabajo, y compruebes si lo has tenido más sencillo que tus amigas para alcanzar el éxito.

1. Tienes un nombre común

Si te llamas María las posibilidades de que te elijan para un puesto de trabajo son mayores que si tus padres decidieron ponerte el nombre de tu bisabuela Flora, según apunta un estudio elaborado por Marquette University, en Wisconsin. Esta universidad seleccionó a un grupo de personas y les pidió que ordenaran esos nombres dependiendo del grado de simpatía que les producía y, por otro lado, que respondieran a la pregunta de si los contratarían. Según pudieron observar los expertos, las personas con nombres sencillos, producían una mayor familiaridad y cercanía, por lo que eran elegidos para ocupar el puesto de trabajo ficticio sin apenas pensárselo.

2. ¿Suena duro o blando?

El sonido del nombre también tiene importancia. Según un estudio llevado a cabo por el Columbia Business School, en Nueva York, los nombres pueden sonar suaves o fuertes dependiendo de la vibración de las cuerdas vocales al pronunciarlos. Algo que, según explica Michael Slepian, uno de los investigadores principales del estudio, puede tener unas connotaciones u otras. "Los nombres que se pronuncian con la vibración de las cuerdas vocales suenan más ásperos y duros, y las personas asocian estos sonidos con la masculinidad y la dureza. Los que se pronuncian sin ninguna vibración suelen asociarse con suavidad, feminidad, ternura”. Son estereotipos, sí, pero según apuntan los expertos, pueden influir en los rasgos que se asocien a las personas que poseen estos nombres.

3. Tienes un segundo nombre

Igual que se suele asociar una mayor inteligencia al uso de las gafas (algo que un estudio de la Universidad de Mainz, en Alemania, llegó a confirmar), el tener un nombre compuesto implica que muchas personas piensen que tu coeficiente intelectual es superior al de la media. Sobre todo, si cuando rellenas papeles oficiales o entregas algún impreso, para el segundo empleas una inicial. Según publicaba el European Journal of Social Psychology, después de entregar ensayos muy similares a diferentes profesores para que fuesen corregidos, automáticamente los que habían sido nombrados de esta forma, obtenían una puntuación mucho mayor.

4. Emana nobleza

Seguro que, en más de una ocasión, cuando te han presentado a una persona con un nombre llamativo y que te recordaba al de algún aristócrata, lo has asociado rápidamente a ello. Un acto reflejo que podría ser el motivo por el que estas personas, según explica un estudio publicado en Psychological Science, alcanzan puesto con más relevancia. “Este fenómeno se produce a pesar de que los nombres que suenan a noble no indican que la persona tuviera un título nobiliario. Sin embargo, debido a las propiedades básicas de la cognición asociativa, esa vinculación puede interferir en sus ocupaciones”, explica en el informe Raphael Silberzahn, autor principal del estudio. También añaden que, en el caso contrario, podría suceder algo parecido.

5. Tiene tres sílabas, o menos

Peter, Bob y Jack para ellos; Deborah, Sally, Debra entre ellas. Esos son, según un informe publicado por LinkedIn, los nombres que se repetían con más frecuencia entre los puestos de mayor responsabilidad de su plataforma. ¿Qué tienen en común? Que son cortos, no tienen más de tres sílabas y, salvo algunas excepciones, casi nunca llegan a esa cifra. Pero si tu nombre es largo; hay solución: en la lista también hay diminutivos porque, según explica en el estudio el experto en onomástica Dr. Frank Nuessel “se utilizan a menudo para denotar un sentido de amabilidad y apertura”.

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