Los horarios de trabajo complicados, las prisas durante el día o el miedo a coger peso han convertido la repostería en un pasatiempo poco atractivo para muchas personas. Sin embargo, además de los placeres gustativos que supone elaborar un delicioso bizcocho de chocolate o las galletas más compartidas de Pinterest, la ciencia acaba de demostrar por qué enfundarnos el delantal puede ser igual de beneficioso para nuestra salud que una sesión de meditación
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Si hasta ahora no eras muy amiga de la repostería, igual esto te interese. Según los expertos, mezclar, pesar y combinar ingredientes dulces entre ellos tiene efectos positivos para nuestro cerebro. Contrariamente a las recetas saladas, la repostería necesita seguir unos pasos exactos y medidos para acertar en la elaboración. Por eso, las personas alcanzan una concentración plena, parecida a la que tienen aquellas que meditan. Y es que, en ambos casos la mente focaliza toda la atención en un punto específico con el claro objetivo de alcanzar la felicidad total.
“La pastelería y la panadería necesitan una atención plena de nuestros sentidos. Hay que medir y focalizarse físicamente en la forma de extender la masa. Si nos concentramos en el olor y el gusto, en la forma en la que estamos presentes en la cocina, este sencillo acto de conciencia puede también ayudarnos a reducir el estrés” explica Donna Pincus, profesora asociada de Ciencias Psicológicas y Neurológicas de la Universidad de Boston. Cuando una persona elabora una receta de repostería, la mente se olvida de los problemas y se centra única y exclusivamente en elaborar el dulce. Y no solo eso, al igual que sucede con la meditación, al final de la sesión obtenemos una recompensa: olvidar del estrés y degustar con los nuestros un delicioso postre.
En esta línea, The Journal of Positive Psychology publicó en 2016 un estudio en el que sugería que las personas que hacen pequeños proyectos creativos, como puede ser la repostería o la panadería, se sienten más relajados y felices en su vida. Una conclusión a la que llegaron los expertos al ver que, de las 658 personas que se sometieron a su investigación, las más entusiastas eran aquellas que disfrutaban con la repostería. Argumentos más que de sobra para que este fin de semana te animes a organizar una merienda en casa con tus amigas.