Los 3 errores que Jessica Alba nunca comete para tener una piel bonita

Aunque cumplió 38 años el pasado abril y ha sido madre tres veces, Jessica Alba parece la misma chica que conquistó Hollywood hace dos décadas protagonizando la serie ‘Black Angel’. Su pasión por la industria de la belleza la ha llevado a fundar su propia empresa, The Honest Company, que ya cuenta con su línea de maquillaje y cuidado de la piel (disponible en perfumerías Douglas). Gracias a esta aventura empresarial, la actriz ha conocido a los mejores especialistas en cosmética como Shani Darden, junto a quien esta semana repasaba los 3 errores que muchas chicas cometen y que las separan de despertarse con una piel bonita todos los días:

1. Tomar el sol
La primera pregunta que Jessica le hace a la experta en el vídeo que ha compartido en sus perfiles sociales es muy directa: “¿Qué es algo que todas hacemos mal?”. Darden no duda ni dos segundos y señala tumbarse al sol como el error más común, a pesar de que seamos conscientes de que los rayos ultravioleta dañen y envejezcan la piel. La actriz contraataca asegurando que la piel necesita vitamina D, pero la experta no titubea: “Puedes tomarlo un poco, no necesitas mucho sol (para conseguirla)”. Por supuesto, la protección solar es obligatoria los 365 días del año.

2. Utilizar productos astringentes
En cuanto al mayor error que cometen las chicas con acné, abusar de fórmulas que resequen demasiado la piel sería el peor: “Porque la piel reaccionará produciendo más aceite y les saldrán más granitos”. Para tratar este tipo de problemas, una visita al dermatólogo es fundamental para encontrar un ritual de limpieza adecuado y definir los tratamientos personalizados que no estropeen la salud de la piel. 

3. No usar retinol
Shani Darden apunta al retinol como el ingrediente que marca la diferencia en cualquier rutina de cuidado de la piel. “Esa es la razón por la que pareces tan joven, ¿no?”, pregunta la experta a Alba quien reconoce: “El retinol cambió mi vida”. El ácido retinoico es una variante de la vitamina A, un potente activo antienvejecimiento que dejó de utilizarse en su forma más pura porque enrojecía y resecaba exageradamente el cutis. Más tarde se desarrolló el retinol, una alternativa con efectos antiarrugas muy efectivos pero sin tantas consecuencias negativas para la piel y que se usa en las fórmulas de muchos cosméticos antiedad.