Cinco hábitos que la ciencia compara con el elixir de la eterna juventud

No existe una fórmula mágica para vivir más, pero sí consejos fáciles con los que sentirte mejor

Por Regina Navarro

No es casualidad que el cine y la literatura hayan explorado, en más de una ocasión, el tema de la juventud eterna. Desde tiempos ancestrales el ser humano se ha preguntado qué debía hacer para alargar su vida y, a ser posible, hacerlo en las mejores condiciones. Esta utopía, que muchos se atreven a catalogar como ciencia ficción, llama la atención de científicos de todo el mundo que tratan de develar las claves para vivir más, y mejor, en sus estudios. Aunque no existe (todavía) una fórmula mágica que lo permita, sí han llegado a la conclusión de que ciertos hábitos pueden ser muy beneficiosos para lograr este propósito. Consejos, avalados por la ciencia, con los que sentirse joven es fácil.

1. Llenar tus platos de color

Pegan, keto, paleo… existen decenas de dietas que prometen ayudarnos a controlar nuestro peso. Sin embargo, no todas son saludables. Cada vez son más los nutricionistas que insisten en que aumentar la ingesta de frutas y verduras, carbohidratos integrales, grasas saludables y proteínas magras, y reducir la de azúcares, grasas saturadas y carnes rojas, es clave para seguir una alimentación equilibrada. Sin embargo, muchos expertos no se conforman con eso y aseguran que, cuanto más colorido sea el plato que ingiramos, mejor nos sentiremos. Beatriz Larrea, health coach, ya advirtió en declaraciones concedidas a FASHION, que si queremos que la alimentación nos ayude a ralentizar el envejecimiento, debemos prestar atención no solo a los macronutrientes, también a los micronutrientes –vitaminas, minerales, antioxidantes y fitoquímicos–. ¿La mejor forma de hacerlo? Potenciando las recetas coloridas porque, como ella misma explicaba, los responsables de los tonos de los alimentos son los micronutrientes. A mayor gama cromática, mayores beneficios.

2. Caminar o practicar tai chi

Hacer deporte es básico para mantenerse en forma. Sin embargo, dependiendo de los objetivos que se quieran alcanzar, unos entrenamientos son más efectivos que otros. Así, si lo que quieres es definir tu cuerpo rápidamente y sin pisar el gimnasio, el circuito fullbody es perfecto para ti, pero si buscas una disciplina que te permita sentirte más joven, el tai chi o caminar a un paso medio, deberían estar en tu rutina diaria. Además de los beneficios que tiene sobre la silueta –mejora el tren superior, piernas y abdomen– un estudio publicado por el British Journal of Sports Medicine asegura que este arte marcial milenario ayuda a mejorar la calidad de vida de quien lo practica y a reducir sus niveles de estrés. Cualidades que comparte con el paseo.

10.000 pasos, media hora de caminata todos los días… Muchas han sido las cifras que han barajado los expertos que trataban de determinar cuánto tiempo debía durar un paseo para que tuviera beneficios sobre la salud. Sin embargo, una reciente investigación desarrollada por I-Min Lee, profesora de medicina en Harvard Medical School, asegura que 4.000 pasos son suficientes para tener una vida más feliz, saludable y longeva.

3. Hablar de sentimientos

Según datos del estudio ¿Estamos hiperconectados?, de Ikea España, el 57% de los españoles sufre cierto aislamiento debido al teléfono móvil. Y es que cada vez son más quienes se encuentran en la misma habitación que sus familiares y amigos y, en lugar de entablar una conversación, observan la pantalla de su smartphone. Esta conectividad desmedida hace que muchas relaciones interpersonales empeoren. Sin embargo, un trato directo con otras personas es básico para que nuestra felicidad aumente. Un estudio llevado a cabo por la Universidad Carnegie Mellon (Pensilvania), aseguraba que un gesto tan sencillo como abrazarse ayudaba a mejorar el estado de ánimo de cualquier persona y, por tanto, sus niveles de estrés. Pero es una reciente investigación de la Universidad de Yeshiva la que parece darnos los motivos para hablar más y chatear menos. Según sus conclusiones las personas que más hablan y cuentan sus problemas son las más jóvenes se mantienen. Compartir las preocupaciones y expresar los sentimientos hace que el cuerpo tolere niveles de estrés más altos sin alterarse.

4. Querer más a los demás y a una misma

Aseguran los expertos que el amor se refleja en la piel. Y es cierto, las hormonas responsables del enamoramiento –dopamina, serotonina y oxitocina– tienen diferentes efectos en nuestro cuerpo: desde aumentar el ritmo del latido del corazón y, con ello, ayudar a que los nutrientes lleguen mejor a la piel; hasta reducir los niveles de cortisol y lograr que el rostro se vea más luminoso e hidratado. Pero no es necesario estar enamorada para aprovecharse de estos efectos. La felicidad produce unos beneficios similares y ser feliz es más fácil de lo que parece. Por ejemplo, dedicar tiempo de forma altruista a los demás, alegrarse de los logros de otros (y de los propios), valorar al final del día lo que has hecho bien y ser positiva, son algunas de las claves para sonreír más en solo 30 segundos.

5. Meditar todos los días

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y, junto al estómago, uno de los más sensibles. Además de reflejar sentimientos positivos como el amor o la felicidad, también se ve alterada cuando atravesamos grandes periodos de estrés o ansiedad. Aunque el deporte suele ser efectivo, realizar un rato de meditación cada día, es importante para mejorar su aspecto y, claro está, tu salud. Una investigación realizada por la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, concluyó que un programa de meditación continuado puede mejorar significativamente los niveles de estrés y la calidad de vida de las personas. En un mundo lleno de prisas, en el que apenas dedicamos tiempo para reflexionar, encontrar 10-15 minutos al día para desconectar y estar solas con nuestros pensamientos es suficiente para empezar. No solo mejorará nuestro aspecto físico, también nos ayudará a ser más optimistas.

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