Tener pareja no está boicoteando tu dieta y la ciencia lo ha demostrado

Un nuevo estudio confirma todo lo contrario: tu relación puede ayudarte a perder peso

Por Amaia León

La creencia popular afirma que cuando tienes pareja, la tendencia es ganar peso. Cenas que siempre incluyen postre, sesiones de cine con palomitas tamaño gigante, sorpresas en forma de chocolate y otros planes que suman calorías extra (y a menudo sustituyen la sesión de gimnasio) parecen corroborar esa teoría. Sin embargo, la ciencia ha demostrado lo contrario: no solo que si tu pareja se cuida, tú lo harás de forma inconsciente, sino también que mantener una relación puede favorecer la pérdida de peso. Eso sí, para disfrutar de este último beneficio es fundamental dar y recibir muestras de cariño, ya que el vínculo está en la oxitocina, más conocida como la 'hormona del amor'.

La oxitocina es una hormona que se libera durante las relaciones sexuales o el parto, pero también cuando alguien te acaricia, o te hace un comentario agradable, y cuando eres tú quien tiene esa clase de comportamientos cariñosos. De ahí su nombre no científico, 'hormona del amor'. Se conocía su efecto tranquilizante en distintos aspectos del organismo -como la ansiedad, los niveles de cortisol o la presión arterial-, pero ha sido un nuevo estudio el que ha confirmado la influencia de la oxitocina en el peso analizando la relación entre dicha hormona y el apetito por los alimentos hipercalóricos.

La investigación presentada en Los Ángeles en el marco del congreso ENDO2019 y publicada en Endocrine.org, analizó cómo recibir oxitocina afecta a las ganas de comer distintos tipos de comida. Se llevó a cabo en diez adultos obesos o con sobrepeso, a quienes se les suministró oxitocina (a través de un spray nasal) o placebo. Una hora después de recibirlo, se les sometió a una prueba: mirar imágenes de alimentos hipercalóricos, alimentos hipocalóricos y otros objetos que no eran comida mientras los científicos monitorizaban sus reacciones cerebrales. 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida de Pam Penno (@pampenno) el

 

De esta forma concluyeron que quienes habían recibido oxitocina tenían menos apetencia por los alimentos hipercalóricos, un resultado que podría abrir nuevas vías de tratamiento para frenar la obesidad... y que asimismo podrías aplicar, a menor escala, para potenciar una dieta de adelgazamiento. ¿Cómo? Multiplicando las situaciones que liberan oxitocina en tu cuerpo, como dar y recibir besos o abrazos, acariciar mascotas, hablar con tus familiares y amigos, hacer regalos, meditar o practicar deporte.

Más noticias sobre:
Últimas Noticias