El método japonés de la piel preciosa que te hará más productiva

Tras la revolución que supuso la cosmética llegada desde Corea del Sur, Japónvuelve una vez más a reclamar su sitio como imperio de los rituales más efectivos en el cuidado de la piel. Aunque ambos países destaquen por la innovación que ofrecen sus fórmulas, mientras que la filosofía coreana se hizo mundialmente famosa por rutinas de cuidados de diez pasos, la japonesa apuesta por el minimalismo, es decir, encontrar los productos que realmente funcionen en tu piel y no sobrecargarla con capas y capas de cosméticos y sobre esto tiene mucho que aportar la filosofía ‘J-beauty’, una de las próximas tendencias del 2019.

“Las musas originales de la J-beauty son las geishas, cuyo ritual de cuidado de la piel se ha traspasado de generación en generación”, revela la fundadora de Tatcha al medio especializado The Kit. Esta firma se ha convertido en un imprescindible para modelos como Elsa Hosk, Poppy Delenvigne o Rosie Huntington-Whiteley, y ofrece fórmulas ricas en ingredientes naturales y un enfoque de la belleza basado en el ‘menos es más’. En cuanto al paso a paso beauty típico de una japonesa, suele dividirse en tres o cuatro partes: limpieza, exfoliación, aplicación de una esencia (fórmula a caballo entre el tónico y el sérum) e hidratación. Otro imprescindible es el protector solar y llevar accesorios como sombreros o pañuelos para proteger a la piel contra el daño solar, uno de los principales culpables del envejecimiento prematuro.  

Esta filosofía de ‘menos es más’ anima a las chicas a mantener su neceser o tocador vacío de cualquier producto que no utilice o que sepa que no va a hacer nada por su piel, un método parecido al que Marie Kondo propone para introducir el orden en tu casa (y en tu mente), pero aplicado a la belleza. Su nombre te sonará porque hace un año Netflix convirtió a la autora de La Magia del Orden en protagonista de la pequeña pantalla. Y es que el país asiático del que es origen la escritora es también cuna de otras técnicas como el Kakeibo, la técnica que permite ahorrar sin dejar de comprarse ropa. En definitiva, J-Beauty mantiene la esencia de ahorrar tiempo, economizar en espacio y cosméticos (para que te quedes con esos cuatro o cinco que de verdad te funcionen) y seas metódica con su aplicación, sin pasos intermedios que alarguen tu rutina innecesariamente.