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El 'glass hair' de Irina Shayk o cómo lograr que un corte de pelo sea tu mejor complemento
La modelo ha acudido a los premios Globo de Oro en compañía de Bradley Cooper y ha estrenado un favorecedor cambio de look
En el día en que ha cumplido 33 años, Irina Shayk ha querido pasar su cumpleaños apoyando a su pareja, el actor y director de cine Bradley Cooper, con quien ha asistido a la 76º edición de los premios Globo de Oro. El intérprete estaba nominado en la categoría de Mejor Director y Mejor Actor de Drama por la película Ha nacido una estrella, donde comparte protagonismo con Lady Gaga, y, aunque la pareja no suele hacer apariciones públicas conjuntas con frecuencia esta ocasión bien lo merecía. Juntos han posado para los fotógrafos y la top rusa ha demostrado por qué es una de las modelos más cotizadas del momento, luciendo un espectacular vestido dorado con una abertura lateral que se elevaba casi hasta la cintura. Aunque parece complicado robar algo de protagonismo a este diseño, el nuevo corte de pelo que la maniquí ha estrenado sobre la primera gran red carpet del año lo ha conseguido.
Si bien hace unos meses la top ya mostró un radical corte, con un flequillo irregular y una melena mini que se mantenía a la altura de la mandíbula, en aquella ocasión resultó ser una peluca (un look ideado por el prestigioso peluquero Sam McKnight), sin embargo esta vez todo parece indicar que Irina se ha decantado definitivamente por la melena mini. En el perfil de Instagram del artífice de esta nueva imagen, el estilista capilar Harry Josh, no se hace referencia a que se trate de una peluca, aunque el peluquero ha jugado al despiste con algunos de los seguidores que se preguntaban si se trataría de un corte real. Sea como sea, Shayk ha logrado impactar de la forma más sencilla y ha confirmado que el glass hair que triunfó el pasado verano no es una tendencia pasajera, sino que promete ser el corte de pelo de referencia durante muchos meses más. Este peinado ultra liso, que potencia el brillo natural del cabello contrasta, con su naturalidad, con el sofisticado vestido de la modelo.
Una pieza brocada de acabado metalizado que dejaba ver las curvas de la top y que no ha combinado con ningún complemento, ni siquiera un bolso de mano (al menos, tal y como se puede apreciar en las imágenes de alfombra roja) o unas joyas. El vestido es de Versace Atelier, una de las marcas fetiche de Irina para sus actos públicos y encaja a la perfección con las sandalias de tiras doradas con las que ha completado el conjunto. Un diseño idóneo para un evento de estas características que, lejos de resultar repetitivo o previsible, adquiere un aire completamente inusual gracias a un corte de pelo que tiene el mismo poder que muchos accesorios: la capacidad de transformar (y elevar) por completo cualquier vestuario.
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