Todo sobre la dieta 'Pegan' de la que todo el mundo hablará en 2019

Pros y contras de esta alimentación, la más buscada en Pinterest en las últimas semanas

Por Regina Navarro

Perder peso tras las fiestas navideñas es un común propósito con el que muchos empiezan el año. Y es que, según los expertos, en estas fechas se ganan de media entre dos y tres kilos. Tal vez por eso, igual que el número de matriculaciones en los gimnasios aumenta en esta época, también lo hacen las búsquedas de trucos o dietas para lograr el objetivo. ¿La más buscada de las últimas semanas? La dieta Pegan, una alimentación a medio camino entre la vegana y la paleo que, según explica Pinterest en El informe Pinterest 100, ha incrementado sus consultas en un 337% últimamente. Pero, ¿qué es exactamente y cómo se puede seguir? ¿Por qué está causando tantísimo interés? Te explicamos las claves de esta forma de alimentación de la que todo el mundo hablará muy pronto.

El término "Pegan" fue acuñado en 2014 por Mark Hyman, un médico estadounidense que es fundador y director médico de The UltraWellness Center, cuando publicó una entrada en su blog sobre el tipo de alimentación que seguía. No fue hasta algunos años más tarde cuando expertos del mundo de la nutrición empezaron a hablar de esta dieta, que llegó a convertirse en una de las más comentadas de 2016 en los círculos especializados. Ahora, se ha extendido en el universo digital, convirtiéndose en una de las más buscadas por los internautas. Según explicaba su creador, la dieta Pegan trata de unir lo mejor de la alimentación vegana y la paleo. "Esta dieta recoge los mejores alimentos de cada grupo, por lo que tiene más sentido para nuestra salud y la salud de nuestro planeta", indicaba. Así, se incluyen ingredientes imprescindibles de la primera -frutas, verduras, frutos secos y semillas- y de la segunda -carne, pescado, huevos y grasas buenas-. Sin embargo, deja de lado los lácteos y aquellos alimentos que contienen gluten, del mismo modo que reduce al mínimo el consumo de azúcar.  

Para seguirla, basta con aplicar la regla del "5, 4, 3, 2, 1", acuñada por el doctor Mehmet Cengiz Öz, cirujano cardiotorácico, profesor de la Universidad de Columbia y autor de varios libros. Según esta técnica habría que incorporar cada día cinco raciones de frutas y verduras, cuatro de carbohidratos (cereales y sus derivados, pero exentos de gluten y con bajo índice glucémico), tres raciones de proteínas, dos raciones de grasas saludables y una de sucedáneos de productos lácteos. Una alimentación que, aseguraba el doctor Hyman, "ayuda a perder peso, reducir el colesterol y prevenir el desarrollo de diabetes". Además, aseguran que no es necesario seguir contando calorías, lo cual la hace muy fácil de mantener. Sin embargo, en el otro lado de la balanza, este tipo de alimentación puede presentar algunos problemas al eliminar de la dieta ciertos ingredientes.

El miedo a los carbohidratos ha aumentado en los últimos años, y se debe en parte a la fobia que ha surgido en torno al gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno que solo es perjudicial para quienes son intolerantes a ella. Para el resto, consumir carbohidratos es beneficioso y eliminarlos de la dieta o reducirlos drásticamente puede disminuir la memoria, hacer que te fatigues con mayor facilidad, que tengas hambre con más frecuencia e, incluso, que sufras algún mareo. Además, en su libro Brain food: the surprising science of eating for cognitive power, Lisa Mosconi, profesora asociada de neurociencia de la Universidad de Nueva York, asegura que "una dieta rica en carbohidratos es crucial para la salud cerebral".

Con los lácteos sucede algo parecido. En los últimos años se han publicado infinidad de estudios que rechazaban el consumo de este grupo de alimentos y otros tantos que lo apoyaban. Aunque no existe una respuesta unánime, muchos expertos opinan que no hay que eliminarlos por completo, ya que aportan al organismo lactosa y vitaminas, nutrientes que contribuyen a su buen funcionamiento. Una recomendación que validan desde el Programa Europeo Sí al menos a 3 lácteos al día.

En cuanto al azúcar, los expertos sí parecen tenerlo claro. Natalia Hernández Ribas, presidenta de la Asociación de Dietistas Diplomados de Canarias (ADDECAN), explicaba a FASHION que "no pasa nada si eliminamos el azúcar de nuestra dieta porque el azúcar simple no es un nutriente esencial que tenga que tomarse de forma directa. Nuestro organismo, en condiciones normales, es capaz de regular la glucemia en sangre". Eso sí, puntualizaba que no debemos dejar de consumir alimentos como el arroz, las patatas o la fruta que son fuentes de azúcares, ya que "si la eliminamos por completo y usamos exclusivamente grasas como fuente de energía podemos favorecer una cetosis y una disminución del aporte de glucosa al cerebro generando debilidad, temblores, torpeza mental e incluso desmayos por hipoglucemia", concluía.

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