No es una dieta, pero puede ayudarte a adelgazar más

Aprende a aplicar las 9 reglas 'mágicas' y perderás peso de forma saludable

Por Amaia León

Cetogénica, flexitariana, 5:2, gluten free, la de las Zonas Azules o incluso la del café. Dietas nuevas, y muchas de ellas difíciles de creer, se multiplican cada año y estas son solo algunas de las más comentadas en los últimos meses. La voluntad cada vez más extendida de cuidarnos y mantener un peso saludable consigue la pque estas formas de alimentación, generalmente restrictivas, que prometen ambos objetivos sean de lo más populares. Pero, ¿y si la clave no estuviera en qué comemos, sino en cómo lo comemos? Muchos expertos sostienen esta teoría, apoyados en estudios científicos que así lo han probado. La nutricionista Carolyn Dunn, por ejemplo, ha dirigido recientemente una investigación en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Estados Unidos. A la vista de los resultados, Dunn afirma que existe una relación directa entre la pérdida de peso y una herramienta de meditación que cada vez suma más adeptos: el mindfulness.

‘Mindful eating’ o cuando la atención plena llegó a la mesa

El mindfulness consiste en prestar atención plena y consciente en el momento presente y es una terapia fantástica para vivir mejor, estar más relajada, ser más productivo y sentirse más feliz. Puede ponerse en práctica en cualquier situación cotidiana, también a la hora de comer. “Mindful eating o alimentación consciente es el proceso de poner atención, con todos los sentidos, a la experiencia de comer y beber, tanto a los alimentos, como a los pensamientos, sensaciones corporales y emociones que surgen antes, durante y después de comer”, nos explica Anwella, Health Coach del estudio Naked Concept.

En este novedoso centro wellness de Madrid, el mindful eating es un instrumento que se enseña a quienes desean alimentarse de forma más saludable, busquen adelgazar o no. Aunque no se trata de una dieta, porque “no hay alimentos prohibidos ni se cuentan las calorías”, los estudios han probado que sí ayuda a perder peso. Prestar atención a la comida y a cómo reacciona nuestro cuerpo y nuestra mente a ella nos permitirá diferenciar el hambre real del apetito emocional, identificar qué alimentos nos provocan ansiedad, tristeza o aburrimiento, y descubrir cuándo estamos realmente saciadas, evitando comer en exceso.

“El mindful eating ayuda a descubrir qué alimentos nos sientan bien y cuales no, aprender a diferenciar el hambre estomacal del emocional, y sensaciones de saciedad y plenitud. Al identificar el hambre emocional seremos capaces de comer solo cuando tenemos hambre física, lo que realmente nos pida el cuerpo”, afirma Anwella. Además, al contrario de las dietas de adelgazamiento, “es sostenible a largo plazo y puede convertirse en un hábito”, logrando que mantengamos una vida más saludable y nos sintamos mejor.

Los 9 imprescindibles del ‘mindful eating’

El mindfulness puede aplicarse en cualquier comida, aunque siempre será más sencillo comenzar por aquellas en las que estamos solas. Para iniciarse a él, Anwella recomienda inscribirse en un taller específico en el que descubrir, de la mano de un experto, las técnicas a aplicar mientras comemos y bebemos. “Se aprende practicando”, afirma. Para ella, la clave principal es un proverbio Zen que dicta que “cuando comas, solo come”. Por su parte, la doctora Susan Albers, autora de varios best sellers sobre el tema, resume en nueve los pasos a seguir para sumergirse en el mindful eating:

1. Cocina y come de buen humor, con una actitud positiva
2. Prepara la mesa, no comas en el sofá o de pie
3. No hagas ninguna otra tarea mientras comes, ni siquiera ver la televisión o leer
4. Puedes poner música relajante
5. Saborea los alimentos
6. No tengas prisa y come despacio, bocado a bocado
7. Bebe más agua
8. Respeta a tu cuerpo y percibe cómo se siente
9. Reserva tu alimento preferido para el final

A estas recomendaciones, Anwella añadiría una última: dejar de comer cuando estés 3/4 llena. "Quédate saciada, pero sin sensación de malestar por haber comido de más". Quizá al principio te cueste un poco concentrarte en todas las sensaciones, especialmente si nunca has practicado meditación, pero poco a poco notarás como mejoras. Con la práctica, "sentirás que eres tú quien controla a la comida y no la comida quien te controla a ti", afirma Anwella, un beneficio especialmente interesante para las personas más ansiosas, pero que ayudará a cualquiera que quiera sentirse mejor.

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