Con el año nuevo llega la lista de buenos propósitos: encontrar una hora libre para practicar algo más de deporte, beber mucha agua, cuidar la alimentación… Grandes ideas que incumpliremos en el 89% de los casos según los estudios. La Universidad de California, en San Diego, sostiene en un informe que no somos capaces de abarcar listas interminables de tareas a no ser que sepamos priorizar y plantearnos objetivos alcanzables.
Por eso, si uno de tus deseos es recuperar el peso ideal tras los excesos de las navidades y esos kilitos que te llevan sobrando desde el verano, lo mejor es que plantees una dieta sensata y eficaz. Una con bajo contenido en carbohidratos porque, según un reciente estudio publicado por la Universidad de Harvard y el Hospital Brigham and Women's (BWH), es la mejor para perder peso. Aunque las italianas parecían haber descubierto el mejor truco para poder comer pasta sin engordar, si de verdad quieres ganarle la partida a la báscula parece no haber atajos.
La efectividad de las dietas bajas en grasa es algo que los científicos llevan debatiendo desde hace décadas. De hecho, Deirdre Tobias, investigadora de la división de medicina preventiva en BWH, publicaba en 2015 un artículo de investigación en el que aseguraba que “la evidencia científica existente no respalda las dietas bajas en grasa sobre otras intervenciones dietéticas para la pérdida de peso a largo plazo”. Tras años de investigación y comparación de dietas, los científicos han concluido que las personas que siguieron una alimentación baja en carbohidratos perdieron, de media, dos kilos más que el resto.
Los secretos de la dieta Harvard
Si desayunabas tostadas y la pasta era uno de los platos principales de tus comidas es fácil que te hayas quedado sin ideas. Pero, en realidad, seguir las pautas de este tipo de dietas es más sencillo de lo que parece. Los expertos recomiendan tomar una bebida energizante por la mañana, para empezar el día con fuerza. Prueba con un smoothie de naranja, plátano y leche de almendras. Conseguirás aportar los nutrientes necesarios sin necesidad de incluir carbohidratos. Eso sí, a media mañana, un tentempié. Lo mejor es que elijas una pieza de fruta o, si sientes que tienes mucha hambre, un puñado de frutos secos sin freir ni tostar, al natural.
La comida y la cena quizá te resulten más sencillas. Para que el reparto de alimentos sea equitativo, los nutricionistas recomiendan que dividas mentalmente tu plato por la mitad. Una de las partes debería estar repleta de verduras. Combina ensaladas con vegetales a la plancha, así no te aburrirás nunca. La mitad que queda libre, vuelve a dividirla en dos. Reserva un espacio para las proteínas, el otro, para las legumbres. A media tarde vuelve a atacar a la fruta. si puedes elige una manzana, es saciante y muy saludable. Y si por la noche, justo antes de ir a la cama, tienes la necesidad de comer, toma un yogurt desnatado.