El verano es tiempo de vacaciones, de reuniones con los amigos, y también de comidas o cenas que se alargan hasta medianoche. Por eso, es normal que durante esta época del año algunas de nosotras ganemos algunos quilos de más, y es que a veces no podemos decir que no a un delicioso helado o a una divertida comida en el típico chiringuito de playa. Si no quieres que esto te ocurra y quieres aprender a comer de una manera sana y equilibrada a pesar de las tentaciones, ¡sigue leyendo! Hemos elaborado una guía para comer de una manera adecuada incluso de vacaciones.
Fotograma de la película Sex and The City 2.
1. Los helados, mejor caseros
Sabemos que es una de las mayores tentaciones del verano, por eso si no te ves capaz de renunciar a este refrescante alimento, lo mejor es que lo prepares tú misma en casa. Eso sí, los ingredientes deben ser simples: leche entera para garantizar una buena textura, nata ligera, la cantidad justa de azúcar para endulzar sin dejar de ser saludable, huevos, y esencia de vainilla natural. Además, y para garantizar una digestión ligera, los lácteos utilizados deben der sin lactosa. Aunque si puedes, lo mejor es que busques una alternativa a los helados y opta por los smothies, el yogur helado o granizados.
2. Más agua y menos calorías
En una buena dieta no pueden faltar los líquidos. Son una excelente manera de depurar nuestro organismo, eliminar toxinas, e hidratarnos. Pero además, en los alimentos sólidos también podemos encontrar grandes aliados para darle a nuestro cuerpo los líquidos que necesita de una manera más sabrosa. Así, incluye en tu alimentación habitual alimentos como el pepino, la lechuga, el tomate, las acelgas, la sandía, la papaya...No sólo son bajos en calorías sino que además por su alto contenido en agua, son excelentes para mantener la figura. Todo porque podemos consumir gran cantidad de ellos y saciarnos sin aportar excesivas calorías a nuestra dieta.
3. Deportes playeros
Deja el gimnasio para el invierno y aprovecha el buen tiempo para realizar otras actividades más veraniegas como jugar a las palas en la playa, al volleyball o nadar en el mar o la piscina. ¡Harás ejercicicio de una manera divertida y entretenida! Además, si vives en una zona costera puedes aprovechar para dar un paseo al atardecer, salir a dar una vuelta en bici con tus amigos...¡Quemarás calorías casi sin darte cuenta!
4. ¿Comer sano en un chiringuito? Si, se puede
Aunque durante las vacaciones es normal descuidar un poco la alimentación, una comida en un chiringuito de playa no tiene porque arruinar tu dieta. Te recomendamos que (en la medida de lo posible) intentes escoger platos que no estén saturados de grasas ni calorías. Los mejillones al vapor, almejas a la marinera, pescado a la plancha o boquerones en vinagre son opciones más saludables y compatibles con la operación bikini.
5. El gazpacho, mejor sin pan
Algunos de nosotros tenemos la costumbre de echarle un poco de miga de pan blanco al gazpacho para espesarlo y suavizar su sabor. Sin embargo, este sencillo gesto incrementa considerablemente el nivel de calorías del plato. ¿La alternativa? ¡Sustitúyelo por zanahorias! De esta manera, no sólo estarás reduciendo las calorías sino que además estarás incluyendo el alimento perfecto para potenciar tu bronceado y cuidar tu piel, ¡doble beneficio!
Blake Lively durante uno de los capítulos de la exitosa serie Gossip Girl.
6. Come más alimentos crudos
El verano es la excusa perfecta para salir a cenar con tus amigos, pero al contrario de lo que mucha gente piensa esto no tiene porque suponer renunciar a tu dieta. En lugar de escoger lo más calórico de la carta, opta por alternativas más saludables como alimentos preparados en crudo: carpaccio de carne, sushi, tartar de atún...De esta manera te estarás dando un pequeño capricho sin descuidar tu línea.
7. Compensa los excesos
Es normal pasarse comiendo alguna vez, pero esto no significa que hayas dicho adiós a la operación bikini. Compensa los excesos al día siguiente, y una buena manera de hacerlo es prescindir de los hidratos de carbono a partir del mediodía optando por platos más ligeros. Si puedes, también intenta reducir las grasas en la comida con una ensalada, pescado, pechuga de pollo a la plancha...
8. No renuncies a la cerveza
Eso sí, con una condición: Que sea sin alcohol. Estarás aportando todos los beneficios de la cebada sin las calorías del alcohol.
9. Come media hora antes de tu cita
Además de hacer cinco comidas al día, también se recomienda comer frutas como la papaya o la piña antes de acudir a tu cita. De esta manera, en el momento de enfrentarte a la carta y pensar en el plato que te apetece, lo harás con algo en el estómago y pedirás algo más ligero.
10. Hay alternativas a los dulces industriales
Los dulces son algo a lo que pocas mujeres nos podemos resistir, y aunque nos gustaría que no fuera así también son uno de los principales enemigos de la vida sana. Por eso, cuando nos ponemos a dieta siempre pensamos en eliminarlos por completo de nuestra pirámide nutricional, pero hay alternativas. Sacia tu antojo de dulces con una rebanada de pan de centeno con miel, estarás dándole a tu cuerpo el azúcar que te pide pero de una manera más sana y natural.