Está más que avalado por la ciencia que, cuando somos madres, nuestro cerebro cambia. Esas modificaciones no solo afectan a las funciones cognitivas, sino también a las emociones, el comportamiento y la capacidad para adaptarse a la nueva vida con un bebé. Cambian nuestras prioridades, la forma en que nos enfrentamos al mundo y, en cierto modo, la forma en que nos vestimos. Eso no significa, necesariamente, que vayamos a renunciar a los tacones o las prendas con escotes pronunciados, pero es cierto que algunos diseños ya no son tan cómodos como antes. Y yo, que soy madre de dos niñas pequeñas (la mayor todavía no tiene cuatro años), he notado que me cuesta (y mucho) elegir el bolso adecuado.
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Mi día a día es como el de muchas mujeres. Cada mañana me arreglo, llevo a mis hijas al cole y a la guardería y después me voy para el trabajo. Ese camino hasta la escuela infantil (tengo la suerte de que ambas van al mismo edificio), lo hago empujando un carrito con un patín y dejar el bolso en la parte inferior no es una opción (siempre va lleno de cosas). Por tanto, he llegado a la conclusión de que o puedo ponerme el bolso en bandolera, o no me lo compro. Hice la prueba. Fui un día con un diseño ideal colgado al hombro. Imposible. A los quince pasos tuve que parar y cruzarlo como pude. Por suerte, los diseños en bandolera son tendencia y estos 5 modelos sí son aptos para madres de niños pequeños.
