Alejandra de Hannover pertenece a una de las sagas más icónicas de la realeza europea, pero su forma de estar en el mundo —y de vestir— se aleja del ruido. Hija de Carolina de Mónaco y nieta de Grace Kelly, su imagen pública se construye desde la discreción, la cultura y una estética muy personal que bebe tanto de la herencia familiar como de su vida entre París y Nueva York. En esta temporada invernal, marcada por el frío que recorre Europa, la joven royal ha compartido en redes un look impecable para bajas temperaturas que resume bien su estilo actual: sobrio, funcional y con guiños históricos. El protagonista es un abrigo capa negro de inspiración militar, combinado con un gorro de pelo beige que remite directamente a los clásicos gorros rusos. Una elección que tiene mucha presencia y conecta con ese aire intelectual y algo bohemio que define a Alejandra.
El look invernal: abrigo capa negro y gorro de inspiración rusa
El abrigo elegido por Alejandra de Hannover es un modelo tipo capa de Khaite, una prenda que destaca por su volumen oversize y por una estructura que recuerda a una casaca o trenca contemporánea. Confeccionado en una mezcla de lana, presenta un diseño envolvente, casi escultórico, que se separa del abrigo clásico para apostar por una silueta más fluida y arquitectónica.
El cierre frontal con doble fila de botones metálicos, junto con los cierres también al cuello, refuerza ese aire militar que caracteriza al diseño. El cuello alto resulta especialmente práctico para proteger del frío invernal. Todo en negro, un color que potencia la atemporalidad de la prenda y la convierte en una inversión duradera más allá de tendencias.
Para completar el conjunto, Alejandra ha optado por un gorro de pelo en color beige, uno de los elementos más llamativos del look. Inspirado claramente en la ushanka —el tradicional gorro ruso diseñado para soportar temperaturas extremas—, este accesorio aporta contraste cromático y textura al conjunto. La ushanka, originaria de Europa del Este y los países bálticos, nació como prenda funcional, pero con el paso del tiempo se ha convertido en un icono recurrente de la moda invernal, reinterpretado por firmas de lujo temporada tras temporada.
El guiño a Grace Kelly: la chaqueta de piel de Sézane
Este look invernal llega poco después de que Alejandra compartiera otro estilismo muy comentado por su claro guiño a su abuela, Grace Kelly. En aquella ocasión, apostó por un conjunto de vaqueros flare y botines negros, rematado con una chaqueta corta en color marrón chocolate, firmada por la firma francesa Sézane.
Con cuello clásico, botones forrados y una silueta de inspiración vintage, el abrigo evocaba directamente la estética de los años 60, década en la que Grace Kelly se convirtió en icono absoluto de estilo. No habría resultado extraño pensar que esa prenda hubiese formado parte del vestidor de la actriz de El cisne. De hecho, no sería la primera vez que Alejandra rescata piezas históricas: el año pasado, durante el Día Nacional de Mónaco, recuperó un traje de Christian Dior de principios de los 60 que perteneció a su abuela.
Intelectual, discreta y muy parisina
Más allá de la moda, Alejandra de Hannover ha construido una identidad pública muy ligada a la cultura. Graduada en Historia y Literatura por la sede parisina de la Universidad de Columbia, y con estudios previos en Ciencias Políticas y Filosofía, utiliza Instagram como una ventana selectiva a sus intereses: libros subrayados, notas al margen y lecturas que van desde Sylvia Plath hasta Joan Didion o la literatura feminista contemporánea.
También comparte su amor por la naturaleza, los paseos por el bosque con su perra Eloise, los caballos, los museos y pequeños placeres cotidianos como el té matcha o la pasta al pesto. En París, ciudad donde reside, se mueve en bicicleta, frecuenta librerías, galerías y cursos de literatura y filosofía en espacios como Off-Campus, en el bohemio barrio de Le Marais, donde también le gusta buscar prendas vintage.
Una vida compartida, lejos del foco
Desde hace siete años, Alejandra mantiene una relación con Ben-Sylvester Strautmann, un empresario alemán con el que comparte viajes, aficiones y una vida discreta pero plenamente integrada en el entorno familiar monegasco. Juntos disfrutan de escapadas a Italia, al Lago de Como o a Saint Moritz, uno de sus destinos favoritos en invierno para esquiar.
Aunque mantiene una excelente relación con todos sus hermanos —tanto los Casiraghi como los Hannover—, Alejandra ha sabido construir su propio espacio, alejado del exceso mediático. Su estilo, como este último look invernal, refleja exactamente eso: personalidad, cultura y una elegancia muy sencilla y actual.












