Tomar un café en Londres puede ser un gesto cotidiano, pero en manos de Lady Amelia Windsor se convierte en una lección de estilo propio. La nieta de los duques de Kent —una de las aristócratas europeas con más interés por la moda— ha vuelto a confirmar su afinidad con la estética grannycore (o nannycore), una tendencia que reinterpreta códigos clásicos, prendas de inspiración vintage y siluetas que evocan el armario de una abuela, pero con una lectura contemporánea. En pleno ambiente navideño londinense, Amelia ha apostado por un look relajado con guiños inesperados, como la elección de un bolso de firma española.
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La chaqueta de punto que define el espíritu grannycore
La parte de arriba del look es una chaqueta de punto azul marino de Saywood, concretamente el modelo Frida (461,24 euros). Se trata de una reinterpretación femenina del clásico grandad cardigan: una prenda acogedora, atemporal y nostálgica a partes iguales. De silueta cuadrada pero no oversize, la chaqueta equilibra comodidad y refinamiento, uno de los pilares del grannycore moderno.
Confeccionada en 100 % lana de cordero supersuave, hilada en Aberdeenshire, destaca por detalles cuidados como las mangas abullonadas acabadas a mano, los botones naturales a tono y unas delicadas costuras en rosa suave que aportan un guiño náutico y mágico. Saywood, fundada en 2020, es una firma británica de lujo sostenible que produce íntegramente en el Reino Unido y defiende una moda sin fecha de caducidad, basada en la precisión del patrón, la proporción y el acabado.
El vestido artesanal que aporta color y tradición
Bajo la chaqueta, Amelia eligió un vestido de Pink City Prints, el modelo Holly Buta Lorenne (222 euros), perteneciente a la colección festiva de la firma. El diseño, estampado a mano mediante técnicas tradicionales, combina un cuerpo fruncido tipo nido de abeja y mangas abullonadas, con una falda recta que equilibra romanticismo y funcionalidad.
Pink City Prints trabaja entre Londres y Jaipur, colaborando con artesanos indios y preservando técnicas textiles transmitidas de generación en generación. Cada prenda es una celebración de la comunidad, la herencia cultural y la autenticidad, valores que encajan a la perfección con la sensibilidad estética de Lady Amelia.
El bolso español que eleva el conjunto
Uno de los detalles más comentados del look es el bolso Wasp en color negro de Mercules (215 euros), una firma española diseñada y producida artesanalmente en España. El modelo, pequeño y estructurado, está confeccionado en piel negra y decorado con estrellas doradas, aportando un sutil toque de glamour a un estilismo de inspiración clásica.
Mercules nació en 2010 de la mano de Mercedes Gallego, con experiencia en casas como Dior, Galliano y Loewe, y se consolidó como marca con la incorporación de Alejandra O’Shea. Su filosofía —crecer sin prisas, respetar los procesos artesanales y diseñar desde la libertad creativa— se refleja en piezas con carácter, pensadas para acompañar tanto de día como de noche.
Mocasines chunky: el contrapunto contemporáneo
En los pies, Amelia optó por unos mocasines negros de suela gruesa de Esska, el modelo Emily (171,95 euros). Fabricados en napa suave, con suela robusta y acolchado interior, aportan comodidad y un punto actual que evita que el conjunto caiga en lo excesivamente nostálgico.
Esska es conocida por su enfoque funcional y elegante del calzado, y en este caso los mocasines funcionan como ancla contemporánea dentro de un look marcado por referencias vintage.
Lady Amelia Windsor, embajadora del grannycore moderno
Este estilismo confirma que Lady Amelia Windsor sigue tendencias y las interpreta desde una narrativa personal. Su grannycore no es literal ni disfrazado: es una oda al slow fashion, a las prendas con alma y a la mezcla consciente de marcas artesanales, lujo sostenible y guiños internacionales. Un look perfecto para un café en Londres.