Planificar los looks para las cenas y fiestas de Navidad es, para muchas, tan importante como decidir con quién sentarse o qué platos poner en el menú. Son fechas llenas de planes distintos entre sí, desde comidas familiares hasta cenas de empresa, encuentros con amigas o celebraciones improvisadas que se alargan más de lo previsto. Y aunque el protocolo navideño no es, ni de lejos, tan estricto como el de una boda, sí existen ciertos códigos no escritos que conviene tener en cuenta para sentirnos cómodas, seguras y, sobre todo, en el lugar adecuado.
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No se trata de ir disfrazada ni de renunciar a tu estilo, sino de entender el contexto y adaptar el look a cada situación. Vanesa D’Amico, estilista, lo resume muy bien cuando habla de cómo han cambiado las normas tradicionales. “Hoy en día, ha cambiado mucho, la moda se ajusta al tiempo en el que vivimos y al movimiento social que la acompaña. Cada vez se aceptan más opciones. Lo importante siempre es ajustar tu outfit al dress code, al entorno social y a tu estilo personal”. Esa idea es clave para no equivocarte, sobre todo en una época con tantos compromisos diferentes.
Lentejuelas, ¿sí o no?
Uno de los grandes dilemas de estas fechas sigue siendo el brillo. Durante años, la regla de oro fue clara: lentejuelas solo de noche y nunca durante el día. Sin embargo, esa frontera ya no es tan rígida. Según Vanesa, muchas prendas con pequeños apliques brillantes encajan perfectamente en un contexto diurno, especialmente cuando se trata de jerséis o blusas en tonos neutros. El problema llega cuando hablamos de prendas completamente cubiertas de lentejuelas. Esos tops o vestidos que brillan de arriba abajo funcionan mejor en una cena nocturna o en una celebración más festiva, pero pueden resultar excesivos en una comida familiar o un evento de día. En Navidad, menos no siempre es más, pero saber medir el nivel de protagonismo de cada prenda marca la diferencia.
¿Escote halter o profundo?
Algo parecido ocurre con los escotes. No están prohibidos, ni mucho menos, pero sí conviene tener en cuenta quién se sienta al otro lado de la mesa. En un entorno familiar, los escotes muy pronunciados pueden resultar incómodos, no tanto por una cuestión de normas como de sensación personal. En cenas de empresa, Vanesa recomienda un estilo elegante y discreto, sin necesidad de caer en una formalidad rígida. Al final, el objetivo es sentirte bien sin generar distracciones innecesarias. El equilibrio entre sensualidad y contexto es, una vez más, la clave.
Cómo combinar tu calzado más cómodo en las fiestas de Navidad
¿Zapatillas deportivas en una cena festiva? Hace unos años habría sido un no rotundo, pero ahora la respuesta es más matizada. Las zapatillas ya no son exclusivamente informales y pueden formar parte de un look navideño bien pensado. Eso sí, no todas valen. Las deportivas técnicas, pensadas para entrenar o correr, no son la mejor opción para una celebración. En cambio, modelos más casuales, con tejidos como el terciopelo, detalles especiales o un diseño más estilizado, pueden funcionar muy bien si se combinan correctamente. Vanesa sugiere llevarlas con trajes de dos piezas, faldas vaporosas o pantalones anchos de terciopelo, creando un contraste interesante entre lo cómodo y lo sofisticado.
Looks de fiesta con vaqueros
Los vaqueros, por ejemplo, generan muchas dudas y, sin embargo, son totalmente válidos para una cena de Navidad si se saben combinar. El contexto lo es todo. Unos jeans pueden ganar protagonismo si se acompañan de una blusa vaporosa, una chaqueta de terciopelo o incluso una blazer con lentejuelas. Los abrigos de pelo, reales o sintéticos, aportan ese toque festivo inmediato que eleva cualquier conjunto. Los accesorios también juegan un papel fundamental. Collares llamativos, pendientes especiales, cinturones metálicos o con piedras y zapatos tipo salón con detalles joya transforman unos vaqueros en un look de celebración sin esfuerzo.
En el fondo, lo que no deberías llevar a las cenas y fiestas de Navidad no es tanto una prenda concreta como una actitud equivocada frente al evento. Ir demasiado informal cuando la ocasión pide un poco más, o excesivamente arreglada cuando el plan es relajado, puede hacerte sentir fuera de lugar. La Navidad es el momento perfecto para jugar con la moda, experimentar con tejidos especiales y disfrutar del proceso de vestirte, siempre con sentido común.
Vanesa lo deja claro al insistir en que el look debe ajustarse al estilo personal sin olvidar el contexto. No se trata de seguir normas rígidas, sino de leer la situación y adaptar tu armario a cada plan. Así, evitarás sentirte incómoda o disfrazada y conseguirás algo mucho más importante que ir perfecta: disfrutar de la cena, de la compañía y de la magia de estas fechas sin estar pensando todo el tiempo en lo que llevas puesto.
