Ponernos ropa que hemos heredado de nuestras abuelas y madres es un acto de amor en toda regla, una manera de decir: "me inspiras y quiero parecerme un poco más a ti". Asimismo, heredar ropa es el truco más sencillo para comprar menos y sacarle partido a prendas que, de otra manera, hubiesen quedado en el olvidado. Esto funciona así para nosotras, pero también para las mujeres que forman parte de la realeza, sin importar el país. Eso sí, nosotras heredamos pendientes, vestidos de fiesta, zapatos y bolsos, mientras que ellas, además de todo eso, coleccionan tiaras y broches con siglos de historia. Son las ventajas de haber nacido en los confines de un palacio. Alejandra de Hannover (26 años) las conoce bien y no podemos echarle la culpa de aprovecharse de ello por su condición de nieta de Grace Kelly, a la que constantemente hace honor con sus estilismos.
Alejandra de Hannover, viva imagen de su abuela Grace Kelly
La hermana de Carlota Casiraghi presume de un estilo sencillo, sin pretensiones y que perfectamente podría definirse como parisino por su feminidad effortless. Cada nuevo posado que sube a las redes sociales, donde ya suma casi 25 mil seguidores, nos lo confirma y deja en evidencia el parecido que guarda tanto con su madre, Carolina de Mónaco, como con su abuela, Grace Kelly.
Su último look de vaqueros flare y botines negros, de hecho, se completa con un abrigo corto y ligeramente oversize de vinilo en color marrón chocolate, de la firma francesa Sézane (195 euros), que tiene un cuello clásico, un cierre con botones forrados en la parte central delantera y puños en las mangas. Si nos hubiesen dicho que perteneció alguna vez a la actriz de El cisne, les hubiésemos creído, y la razón está en su silueta de inspiración vintage.
Nos quedamos con las ganas de que Alejandra llevase, una vez más, alguna reliquia del vestidor de Grace Kelly en el Día Nacional de Mónaco, a mediados del pasado mes de noviembre, aunque no faltó el guiño sutil a la moda de los años 60, época en la que su abuela, ganadora del Oscar y mujer del príncipe Rainiero III de Mónaco, era el icono de estilo absoluto. No hubiese sido la primera vez que la benjamina de la princesa Carolina rescata ropa que antes perteneció a su abuela materna.
En esta misma efemérides, pero hace dos años, recuperó un traje de dos piezas marrón y satinado, de Christian Dior, compuesto por una chaqueta entallada y una falda lápiz, que databa, precisamente, de principios de los años 60, y que la protagonista de La ventana indiscreta llevó durante un acto oficial para el que solo compareció desde el balcón del palacio.
El abrigo clásico de piel que trasciende generaciones
Alejandra toma nota continuamente de las tendencias que tanto su madre como su abuela seguían en épocas pasadas y las reinterpreta con una visión moderna. Un buen ejemplo es este estilismo, cuya estrella es el abrigo de vinilo con cuello clásico y botones redondos forrados, que nos transporta directamente a los tiempos del Hollywood dorado y los primeros años de Grace Kelly como princesa de Mónaco. La primera imagen, en la que aparece del brazo de su marido, fue capturada a finales de los 50, mientras que la segunda se hizo durante una visita oficial a Irlanda, en 1961. Ella solía combinar sus chaquetas con faldas lápiz a juego, ya que el traje femenino aún constaba casi exclusivamente de estos dos elementos y habría que esperar un poco más para que se instalasen los pantalones en los vestidores de las mujeres más elegantes.
Analizando al detalle las elecciones de estilo de Alejandra, resulta inevitable encontrar una predilección clara por los broches y los lazos, accesorios que, por antiguos que nos parezcan con ojos del presente, son, en realidad, atemporales, y consiguen transformar cualquier estilismo sencillo en uno muy refinado. Hay señales, como estas, que delatan la fuerte influencia que ha tenido la memoria de Grace Kelly en su nieta. A pesar de nunca haberse conocido en persona, -ella falleció en 1982 y la hija pequeña de Carolina llegó al mundo en 1999- son constantes las alusiones que hace la joven aristócrata al legado inconfundible de la rubia preferida de Hitchcock.
Otras obsesiones FASHION de Alejandra son mucho más sencillas: los jerséis de lana que tienen en cuello redondo y las mangas largas se multiplican por decenas en su vestidor apenas se asienta el invierno. En sus días libres, esos en los que no quiere complicarse la vida, se pone uno de sus muchos diseños con pantalones cómodos (ya sean vaqueros o de sastre) para disfrutar tranquilamente de una buena lectura y una taza de té.











