Jane Birkin fue mucho más que una actriz y cantante, se convirtió en una leyenda de la moda y una mujer que decidió ser libre en una época en la que no resultaba sencillo. Nacida en Londres el 14 de diciembre de 1946, se mudó a París a finales de los 60 tras divorciarse, donde su carrera alcanzó una gran popularidad. Allí se enamoró de Serge Gainsbourg, con quien mantuvo una relación tanto personal como artística.
© Getty ImagesSu estilo relajado y bohemio, caracterizado por su amor por los vaqueros y las cestas de mimbre, la convirtió en un referente de la moda effortless. Además de su influencia en la moda, Jane fue una activista comprometida que utilizó su fama para promover diversas causas sociales, como los derechos humanos y la protección de los animales. Recordamos su vida con cinco curiosidades clave en su historia.
© Getty ImagesEl nacimiento de un bolso icónico
Aunque la artista es mundialmente conocida, a menudo le quitaba hierro al asunto comentando que la gente asocia su apellido antes al bolso que a ella misma. Fue en 1981 cuando se forjó la anécdota que hizo de motor para la creación de uno de los bolsos más deseados del mundo. Si bien Jane Birkin popularizó las cestas de mimbre, accesorio que utilizaba prácticamente a diario, aquel año cambió de idea. Viajaba de París a Londres, y en el avión, volcó sin querer su equipaje de mano. "Deberías usar un bolso con bolsillos", le dijo la persona del asiento de al lado, que resultó ser Jean-Louis Dumas, presidente de Hermès. "Cuando Hermès lance uno así, lo llevaré". Y dicho y hecho. Dumas le prometió que crearía un bolso que cumpliese con sus necesidades, una versión más grande del Kelly, pero más pequeño que una maleta de mano. Y así nació el icónico Birkin de la firma, bautizado con el apellido de la actriz.
© Getty ImagesUn romance con luces y sombras
Lo suyo con el músico Serge Gainsbourg no fue amor a primera vista. Jane Birkin se casó a los 18 con el compositor John Barry, 12 años mayor que ella, con el que tuvo una hija. Pero su romance duró poco: se divorciaron en 1968 y aquel mismo año, la actriz decidió trasladarse a París para comenzar una nueva vida. Conoció entonces a Gainsbourg durante el rodaje de la película Slogan, pero a ella le dio la sensación de ser un tipo demasiado arrogante. No fue hasta su primera cita cuando surgió la chispa. Se convirtieron en una pareja icónica durante la más de una década que duró su relación, un romance de celos, peleas públicas y un amor intenso, con una hija en común, que además dio lugar a varias colaboraciones musicales.
© Corbis via Getty ImagesUna canción prohibida
En 1969 salió publicado el tema Je t'aime... moi non plus que cantó junto a Serge Gainsbourg, una de las canciones más controvertidas y sensuales de la música francesa, que se llegó a prohibir en varios países (España, entre ellos) debido al contenido erótico de su letra —en ella se escuchan gemidos—, y que a pesar de su veto en diversas emisoras, terminó siendo un éxito atemporal. "Solo accedí a cantarla porque no quería que nadie más la cantase con él", llegó a admitir la artista, celosa de que otra persona compartiese este tema con su pareja en aquel entonces. Aunque antes de su romance, Gainsbourg ya había grabado el tema con Brigitte Bardot, quien posteriormente le pidió que no la incluyese en su disco por temor al escándalo.
© Getty ImagesMusa de estilo
Su estilo sencillo y relajado se convirtió en un referente de la moda parisina, y una de sus apuestas más auténticas fue su amor por el denim. Birkin popularizó el uso del vaquero en todas sus versiones: desde jeans acampanados hasta chaquetas, lo llevaba con una naturalidad tan única que se convirtió en un icono del estilo effortless. En una época en la que muchas mujeres optaban por looks más sofisticados, Birkin hizo de lo casual un arte, llegando a sorprender con combinaciones tan inusuales como un vestido de gala y una cesta de mimbre.
© Getty ImagesCompromiso social
Jane Birkin utilizó su fama para dar visibilidad a causas sociales y derechos humanos. El dinero que obtenía por parte de Hermès a cambio de vender sus bolsos con su apellido, lo destinó a diversas organizaciones benéficas. Se enfrentó incluso a la propia firma al expresar su rechazo ante los bolsos elaborados con piel de cocodrilo, denunciando las malas prácticas de la industria con los animales. Además, destinó gran parte de sus ingresos a caridad y apoyo a causas humanitarias, como en el caso del terremoto de Japón o programas de alimentación en Francia.
