“¡Oh Dios mío! ¡¿He gastado 40.000 dólares en zapatos, pero no tengo un lugar donde vivir?!”. El porqué a las mujeres nos fascinan tanto los zapatos es uno más de los numerosos misterios que engloban el universo femenino. Porque sí, la realidad es que, mientras los hombres parecen conformarse con un par de zapatillas, unos mocasines arreglados, y EL zapato para bodas, bautizos y comuniones, nosotras miramos nuestro zapatero cada temporada y suspiramos porque siempre nos falta "ese zapato que combinaría perfectamente con el outfit que tengo en mente". Con cada estación que comienza, las tendencias nos traen el nuevo zapato de moda; lo hemos visto con las Mary Jane, las botas camperas o las bailarinas Tabi, y lo vemos también con los mocasines náuticos que ahora circulan por todo Madrid. Una mujer nunca tiene suficientes zapatos, y es por ello que entendemos perfectamente a Carrie Bradshaw cuando se da cuenta de que se ha dejado una fortuna en Manolos.
El calzado es lo que pone el broche final a nuestros estilismos, lo que marca si un look va a verse más formal y elegante o más urbano y casual. Es el accesorio definitivo que marca la diferencia, y que revela más rasgos de nuestra personalidad de lo que pensamos. ¿Qué nos quiere transmitir una mujer que siempre lleva tacones? ¿O una que siempre acompaña sus estilismos con zapatillas? ¿Y las que llevan botas cowboy? Para descubrir qué comunican nuestros zapatos sobre nuestra personalidad, recurrimos a las visiones expertas de Elena García Marín, asesora de imagen, y Alicia Conesa, diseñadora y fundadora de la firma de zapatos valenciana Tuilus.
El calzado: un reflejo de nuestro estado emocional
“El zapato es uno de los accesorios con mayor carga expresiva de nuestros looks. Con el calzado combinamos funcionalidad, estética y actitud”, nos explica la asesora de imagen Elena García Marín. Lejos de ser una elección abandonada al azar, el zapato que decidimos llevar responde a una “mezcla de estética, comodidad, practicidad, rutina y clima”, pero sobre todas estas variables se impone la personalidad, ya que, como argumenta la experta, “dos personas con la misma agenda pueden elegir zapatos completamente diferentes”. Los zapatos son un reflejo del estado emocional y, mientras que una mujer pueda querer optar por un calzado cómodo y discreto en un día tranquilo, otra puede verse influenciada porque ese día, por los motivos que sean, elija un zapato más llamativo porque necesita verse más atractiva y segura.
Alicia Conesa, de la firma Tuilus, nos cuenta que el calzado es “lo más importante a la hora de vestirse, porque determina cómo te vas a sentir durante todo el día”. Aunque nos guiemos generalmente por la comodidad, la empresaria explica que en ocasiones podemos decantarnos por un tacón alto, si queremos más altura y presencia, o por un mocasín original, si buscamos reflejar carácter a través de nuestro look.
Sí, las decisiones que tomamos las mujeres no suelen ser 'porque sí', y menos si hablamos de moda y del corazón. Lo que nos ocurre en el ámbito emocional también se refleja en nuestra forma de vestir, así nos lo asegura Elena García: “cuando estamos ilusionadas o enamoradas, apostamos por zapatos que nos hacen sentir especiales, más femeninas y seguras. En épocas de estrés, buscamos comodidad a través de zapato plano, deportivas… Cuando llega una ruptura, podemos decantarnos por dos extremos: un calzado neutro para recuperar estabilidad o uno más llamativo, que denote un nuevo comienzo”.
Cómo es tu personalidad, según el zapato que llevas
La empresaria Alicia Conesa apunta que detrás de cada modelo, hay una mujer detrás, con una manera de ser y de entender la moda diferente. Hay quien se guía mucho por las tendencias, y están siempre experimentando y atreviéndose con zapatos diferentes, “son personas que ven la moda como una forma de expresarse y divertirse, con un interés real por la moda y por explorar estilos, por jugar con su identidad”, analiza la empresaria. Por otro lado, quien apuesta por un mismo par de zapatos casi a diario, esos que son un acierto seguro y que son fácilmente combinables, es alguien que “transmite comodidad emocional, y una clara intención de simplificar su rutina, alguien que ve la moda como algo muy funcional y práctico”, apunta Elena García.
Pero, ¿cómo es nuestra personalidad, según el zapato que más llevamos? Esto es lo que revelan las expertas.
- Bailarinas: según nos explica la experta en imagen, Elena García, las mujeres que optan por las bailarinas suelen buscar comodidad sin perder elegancia, apostando por un calzado sencillo, sofisticado y superfemenino. Las bailarinas son el calzado perfecto para dar un toque romántico y cool a un estilismo básico.
- Mocasines: Este zapato de origen masculino cada vez se ha ido consolidando en el armario de las mujeres, y ahora están viviendo su mejor momento al ser el zapato tendencia del otoño-invierno. Las amantes del mocasín suelen tener un estilo más estructurado y clásico, que refleje una personalidad ordenada, discreta, con una sensibilidad práctica, que busque comodidad durante en su día a día, según analiza Alicia Conesa.
- Botas cowboy: es un calzado con mucho carácter, y las que se atreven a llevarlas reflejan una fuerte personalidad, “suelen llevarlas mujeres muy libres, creativas, con ganas de diferenciarse”. Combinan funcionalidad con estética, y las hay desde las más discretas hasta las versiones más atrevidas y llamativas.
- Tacón alto: es el zapato que más define a la mujer, transmite poderío, sensualidad, elegancia y carácter. Las mujeres que llevan tacón alto a menudo “suelen disfrutar de la presencia, de esa sensación de proyección y de caminar con seguridad”, explica Elena, y apunta que suelen tener un carácter competitivo y ambicioso, y entienden la moda como “herramienta de empoderamiento”. “Son mujeres con energía, determinación, muy coquetas”, añade Alicia.
- Zapatillas: cada vez hay más mujeres amantes de las zapatillas, por lo prácticas que resultan, por su comodidad y por la estética urbana y moderna que aportan a los estilismos. Y lo mejor, es la infinita variedad que encontramos. Según analiza Elena, las mujeres que viven en deportivas “suelen moverse con energía, espontaneidad y un punto muy actual”.








