De nuestras madres aprendemos todo: desde lo más básico, como hablar o caminar, hasta los gestos que, en el futuro, marcarán nuestra personalidad. No es coincidencia que muchas adolescentes citen a sus madres al hablar de referentes de moda; son ellas quienes nos han enseñado a vestirnos para cada ocasión, son ellas las que nos han acompañado de compras para los eventos canónicos de nuestras vidas. Sin embargo, hemos notado que, últimamente, algo está cambiando en esta dinámica de madres e hijas. ¿Acaso los roles se han invertido? Se nos vino a la mente esta reflexión a partir de que Alejandra de Hannover desvelara en sus redes sociales que fue ella -no una estilista profesional- quien eligió el look de Carolina de Mónaco para la fiesta del Día Nacional.
Alejandra de Hannover se convierte en la estilista de Carolina de Mónaco
En casi todas sus citas señaladas, y nos atreveríamos a decir que de diario, Carolina de Mónaco viste Chanel. Es su firma de cabecera desde hace décadas y no podemos olvidar que mantenía una relación de amistad tan estrecha con Karl Lagerfeld que era el propio modisto el que organizaba el emblemático Baile de la Rosa. Es por ello que nos sorprendió saber que, en la última edición del Día de Mónaco, la mítica princesa monegasca, de 68 años, se decantó por otra marca para su look: una chaqueta cruzada y recta con solapas en color ciruela y una falda en organza de seda con bajo asimétrico y paneles drapeados que caían en cascada a ambos lados y aportaban algo de movimiento a la prenda, en contraste con su estructurada blazer.
Aunque hasta las expertas en moda nos llevamos sorpresas, estábamos seguras al 99% que esté conjunto no era obra de Chanel. ¿Y de quién es? La hija menor de Carolina, Alejandra de Hannover, despejó esta incógnita de la manera más inesperada, ¡vía stories de Instagram! Una instantánea de cerca, que detalla el costado de la chaqueta que lució su madre, acompañada por el texto: "Mi madre, de Khaite NY, con un estilismo de vuestra servidora".
Fundada en 2016 por Catherine Holstein, Khaite es uno de los emblemas de la nueva generación de diseñadores neoyorkinos que bebe de la estética clásica para actualizar los códigos de la indumentaria norteamericana y adaptarlos al siglo XXI. Sus prendas, calzado y accesorios cosmopolitas ofrecen, según la definición de la propia marca, un equilibrio de opuestos: pasado y futuro, masculino y femenino, fuerza y suavidad, estructura y fluidez, etc. El minimalismo, reinventado.
A diferencia de otras royals y aristócratas que sí han optado por una carrera en la moda, como Sassa de Osma, fundadora de Philippa 1970 y Moi&Sass, o la condesa Lara Cosima, quien recientemente ha abierto su propio atelier de Alta Costura, Alejandra se matriculó en Historia y Literatura el pasado año en el campus parisino de la reputada Universidad de Columbia y, anteriormente, obtuvo el grado de Ciencias Políticas y Filosofía en la sede de Nueva York de la misma institución. Aun así, no cabe ninguna duda de que el buen gusto se hereda y corre por sus venas.
Son constantes las referencias que hace a su madre y, sobre todo, a su abuela, Grace Kelly, dejando claro que ambas son referentes importantes que han influenciado su manera de vestir, pero desconocíamos que la propia Carolina también le pedía consejos a ella. Cada vez es más común que las madres pidan consejo a sus hijasantes de salir de casa; al fin y al cabo, son ellas quienes están en contacto constante con las últimas noticias de moda.
Las madres ya piden consejo a sus hijas para vestir
Ornella Ioncoli, consultora para firmas de moda en la agencia creativa Murph, coincide en que ha habido un giro de guion, pero no es casual: "Los roles se están invirtiendo desde que han entrado en juego las redes sociales, a las que las chicas jóvenes tienen más exposición. Son ellas, las hijas, quienes se enteran antes que las madres de las tendencias, de modo que han pasado a marcar la pauta. ¡Y las madres están encantadas de aprender de ellas! Estoy segura de que, en unos años, el uso de la tecnología abarcará todas las generaciones, y tanto madres como hijas conocerán en simultáneo lo que se lleva y dónde comprarlo, pero ahora mismo las hijas tienden a ser quienes adoptan primero estas modas".
Nada de esto es nuevo, en realidad, porque la cultura juvenil de mediados del siglo pasado -desde los 'mods' hasta los jipis o los punk- germinó algunas de las tendencias de moda más icónicas de su tiempo, que ahora forman parte de nuestro día a día. Las cazadoras de cuero, los vaqueros acampanados, las minifaldas... se han vuelto atemporales.
La adolescencia y la juventud son etapas de experimentación y autoconocimiento, por lo que las hijas tienen a ser más arriesgadas que las madres y tienen la iniciativa de probarlo todo, mientras que estas últimas ya tienen un estilo personal más marcado.









