Heredar ropa es el truco más sencillo para comprar menos, aprovechar más lo que tenemos y darle una segunda vida a cada prenda. Y no solo lo hacemos nosotras: en las familias reales también se practica este armario compartido que podríamos llamar, perfectamente, "robos de palacio". El Día Nacional de Mónaco es una de las fechas señaladas en el calendario de los Grimaldi y los ojos del mundo están puestos sobre ellos, de ahí que Alejandra de Hannover haya aplicado aquella fórmula en esta celebración ya varias veces, reciclando tesoros de su madre, Carolina de Mónaco, y su abuela, Grace Kelly. ¿Acaso lo volvió a hacer esta vez?
Alejandra de Hannover juega al despiste con su vestido Duquesa
Analizando de pies a cabeza el look de Alejandra, barajamos la posibilidad de que fuese prestado de su abuela, pues así lo sugieren algunos detalles clave que las expertas en moda inmediatamente sabemos identificar. Una búsqueda rápida nos condujo hasta este vestido corto, que figura entre las novedades de Prada para este próximo invierno y está realizado en un lujoso satén Duchesse de seda, lo que le da ese aspecto vintage a la prenda. Y es que, si bien hace décadas solía utilizarse comúnmente para confeccionar vestidos de día o para forrar chaquetas, ahora se reserva especialmente para vestidos de novia e invitadas, trajes de baile, entre otras prendas de ocasión especial.
Su silueta tubo con cuello redondo y mangas cortas nos transportó directamente a los años en los que Grace Kelly era icono universal de elegancia. El corte recto sustituyó a la cintura de avispa en los 60, y con frecuencia se añadía un volante a la cintura -que ya conocemos como péplum- para dar ese efecto de reloj de arena al cuerpo sin necesidad de ajustar la prenda. Se buscaba, ante todo, la libertad de movimiento.
Como hubiera hecho su abuela en aquel momento, la princesa de Hannover complementó este diseño italiano de 3.400 euros con medias de cristal y unos salones kitten de punta fina, también en color negro. Su bolso, el modelo Dada de Prada en napa rosa empolvado (2.500 euros), fue el único punto de contraste.
Heredera de estilo de Grace Kelly
Nos quedamos con las ganas de que Alejandra llevase, una vez más, alguna reliquia del vestidor de Grace Kelly en el Día Nacional de Mónaco. Y es que no hubiera sido la primera vez que la hija menor de Carolina rescata un diseño que antes perteneció a su abuela materna. Hace exactamente un año, en esta misma efemérides, recuperó un traje de dos piezas marrón y satinado, de Christian Dior, compuesto por una chaqueta entallada y una falda lápiz, que data de principios de los años 60 y que la protagonista de La ventana indiscreta llevó durante un acto oficial para el que solo compareció desde el balcón del palacio.
Asimismo, Alejandra continuamente toma nota de las tendencias que tanto su madre como su abuela seguían en épocas pasadas y las reinterpreta con una visión moderna. Dos buenos ejemplos son los broches y los lazos, accesorios que, por antiguos que nos parezcan con ojos del presente, son, en realidad, atemporales, y consiguen transformar cualquier estilismo sencillo en uno muy refinado.
Tocado pillbox para completar un look "vintage"
¿Y por qué, aparte del tejido y el corte del vestido, decimos que nos recuerda a la desaparecida Grace Kelly? El toque definitivo está en el tocado. Llamado pillbox o casquete, es un sombrero pequeño sin ala con corona plana y lados rectos. Diseños similares a este fueron empleados a través de la historia en la indumentaria militar, remontándose incluso al Imperio Romano, pero a día de hoy lleva ese nombre en inglés por su similitud con las pequeñas cajas cilíndricas en las que se vendían las pastillas, dada su forma rígida.
Este sombrero ganó fama entre las mujeres por influencia de Jackie Kennedy, quien llevó un ejemplar azul violáceo a juego con su vestuario en la ceremonia de investidura de John F. Kennedy, en enero de 1961. El primer pillbox fue una creación de Halston, diseñador que, al igual que Coco Chanel, tuvo sus inicios confeccionando sombreros, y cuya memoria fue rescatada por Ryan Murphy en una exitosa miniserie de Netflix. Durante la década de los sesenta, quien fue primera dama de Estados Unidos hizo de este complemento el elemento más representativo de su estilo, popularizándolo (como el icono de moda que fue) entre las mujeres de la época, y la princesa Grace no era ajena al fenómeno.
Como referente de moda de la época, complementó muchos de sus vestidos de Alta Costura con tocados tipo casquete como el que este miércoles, con motivo del Día Nacional de Mónaco, decidió lucir su nieta Alejandra, quien constantemente le rinde homenajes con sus looks, a pesar de jamás haber podido conocerla.










