Son incontables los mitos de moda que nos hemos creído durante décadas, convencidas de que eran imposibles de desmontar, como si estuviera escrito en piedra que no se pueden juntar joyas doradas con plateadas o que las mujeres con mucho pecho no deben ponerse top de tirantes. Hoy en día, la mayoría de estas reglas están en desuso, por suerte, y nos atrevemos más fácilmente a combinar prendas que toda la vida se nos ha dicho que iban a sentarnos mal.
Ahora que llega el invierno, nos fijamos en los abrigos largos, un básico versátil y elegante que algunas mujeres se han privado de lucir porque piensan que bajo ninguna circunstancia les va a favorecer. Y es que aquí hay trampa: te contamos el porqué y cómo combinarlo para verte estilizada esta temporada, haciendo caso al último truco de Olivia Palermo.
Cómo llevar un abrigo largo sin perder altura, como Olivia Palermo
No todas las chaquetas cortas abrigan lo suficiente y la mayoría de plumíferos, por cómodos y calentitos que sean, no tienen un diseño sofisticado ni mucho apropiado para todos los planes de nuestra agenda. Nosotras, que trabajamos en moda, lo hemos vivido en carne propia, pero seguramente tú también te has visto en esa situación si trabajas en un despacho de abogados, una consultora o un banco, por mencionar solo algunos ejemplos. Ahí radica la necesidad por prendas de abrigo más largas, con cuellos camiseros o de solapa, y que estén confeccionadas en un tejido suave y gustoso como es la lana.
La trampa es que, como adelantábamos en la introducción, no sienta bien a todos los cuerpos. Vanessa Datorre, diseñadora y fundadora de Boüret, nos lo explica: "El abrigo largo favorece a las figuras que buscan verticalidad, ya que estiliza y alarga. Funciona especialmente bien en personas altas, de proporciones equilibradas o en quienes desean un efecto más solemne, arquitectónico, mientras que el abrigo corto es ideal para quienes tienen una estatura más baja o para quienes desean marcar piernas o cintura".
Paula Callejo, editora de Moda de ¡HOLA!, lo sabe por experiencia: "Como mujer que mide menos de 1,60, siempre defiendo que cualquier persona puede llevar la prenda que quiera sin importar su altura, pero la realidad es que hay ciertos diseños con los que no me siento especialmente favorecida o que tengo que combinar de una manera concreta para verme mejor. El abrigo largo es uno de ellos. Aporta un estilazo increíble, pero los que son demasiado largos, casi hasta el suelo, no me quedan bien; de hecho, me he probado alguno que directamente me arrastraba".
Con esto en mente, no ha optado por dejarlos de usar, sino por combinarlos de manera estratégica: "Los abrigos largos son mi apuesta preferida tanto para el día a día como para los eventos especiales. La clave es elegir uno que no roce el suelo (por motivos evidentes de limpieza y comodidad) y sumarle piezas que estilicen visualmente la figura, como los vaqueros campana".
Vaqueros flare: el aliado de las bajitas este otoño
Olivia Palermo -que mide 1,68 metros, pero siempre busca potenciar su estatura- sigue la misma técnica. Su abrigo camel, de Brioni, acaba justo a la altura del gemelo, de modo que, para alargar las piernas, decidió conjuntarlo con unos vaqueros acampanados de tiro alto, la silueta predilecta de las chicas bajitas para crecer cinco centímetros en segundos.
Y no es exageración: el efecto óptico que genera este tipo de pantalones (también llamados 'flare') nos parece mágico. Hablamos de aquellos que se ajustan al cuerpo desde justo debajo del ombligo, ceñidos en la zona del muslo, hasta ensancharse sutilmente a partir de la rodilla.
Como compartir es de guapas, no nos cansamos de decirlo, Paula nos ha dado un consejo adicional que eleva (todavía más) esta combinación: "Al comprar abrigos largos, mejor elige diseños con lazada a la cintura para definir la silueta".










