Cuando hablamos de joyería hemos de tener en cuenta, como ocurre con la ropa, que lo que nos ponemos y, sobre todo, lo que nos dejamos de poner, dice más de nuestro estilo y personalidad de lo que pensamos. Mientras que unas se decantan por un estilo minimalista y discreto, donde a lo mejor incluyen algún pendiente sencillo o una gargantilla delicada, hay otras que confían en el poder de una joya barroca y XXL, de llenarse el cuello de collares o de adornarse las orejas con muchísimos tipos de pendientes. Las posibilidades son casi infinitas, porque además ahora ya no solo nos reducimos a las ‘joyas tradicionales’ (pendientes, collares y pulseras), sino que han entrado en acción otros accesorios que marcan la diferencia del look, como son los cinturones joya o los body chain.
© Getty ImagesEn nuestro país, uno de los referentes en materia de estilo es Isabelle Junot. En su forma de vestir elegante y con líneas clásicas, con algunos toques más atrevidos, percibimos que hay un complemento al que apenas recurre: los collares. A lo largo de estas líneas, llevamos su caso a estudio, y analizamos, de la mano de dos expertas de moda, por qué ella (y algunas de nosotras) solemos prescindir de estas piezas, incluso en esas ocasiones en las que podrían encajar perfectamente con la armonía del look.
Collares, ¿sí o no?
En primer lugar, hemos de tener en cuenta que “las joyas tiene una función puramente ornamental”, explica la estilista Bianca Fuentes. Pueden ayudar a enmarcar el rostro, “aportar luminosidad o incorporar un toque de color”, pero carecen de papel práctico como pudieran tenerlo unos zapatos o un bolso, y es por ello que el usarlas o no supone una “declaración de estilo muy personal”. En el caso de Isabelle Junot, esta elección libre de no llevar casi nunca collares puede ser un gesto de seguridad en sí misma, según analiza la estilista, lo cual añade a sus outfits una sensación de sencillez y autenticidad.
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© Getty ImagesPor otro lado, para la asesora de imagen Ana Iriberri, esta elección de no complementar la zona del escote denota una muestra de confianza en el potencial del conjunto y en la belleza natural de la silueta: “Isabelle ha hecho de la ausencia del collar un distintivo propio. Proyecta una imagen de seguridad, control y sofisticación”. Además, la experta considera que este “menos es más” es claramente intencionado, buscando reforzar la idea de que “la verdadera elegancia también reside en saber cuándo no hay que añadir nada más a nuestro estilismo”.
¿Qué nos comunica un escote sin collar?
“Un escote sin collar transmite pureza visual, dando protagonismo a la estructura de la prenda. Refuerza una imagen más intelectual, menos sofisticada”, analiza Ana Iriberri. La experta también nos explica que “en Europa suele evitarse el exceso de accesorios a favor de un look armonioso y refinado”, y que, siguiendo este código de elegancia, Isabelle prioriza un impacto visual en zonas como el rostro o las manos”, lo que le hace decantarse más por anillos, pendientes, o brazaletes. Por otro lado, Bianca Fuentes asegura que, además del equilibrio que puede suponer el no añadir collares, es también un gesto de confianza en su propio instinto, sobre todo en esas ocasiones donde encajaría incluir este accesorio, apostando por transmitir una imagen más sencilla y menos estudiada, sin dejar de verse sofisticada y con autoridad.
© Foto: Soraya & RodrigoCuándo nos 'sobra' el collar en nuestros estilismos
Aprovechando nuestra conversación con dos expertas en moda, les preguntamos cuándo sería mejor que prescindiéramos del collar para nuestros estilismos. La asesora de imagen, Ana Iriberri, nos asegura que este accesorio nos sobra cuando “rompe la simetría de un escote llamativo o cuando compite con otros complementos, como por ejemplo unos pendientes impactantes”, llevando a recargar en exceso el estilismo y romper el equilibrio estético. La experta reincide en la importancia de los complementos para crear focos de atención, y asegura que “Isabelle es un claro ejemplo de apuesta por potenciar la luz y la estructura hacia su rostro”.
Además, la estilista Bianca Fuentes nos explica que dentro del estilo sofisticado de la marquesa de Cubas, donde también se atreve con estampados y colores vibrantes, los accesorios no suelen tener el peso del estilismo, y que para ella, prescindir del collar es una elección acertada cuando se apuestan por escotes con personalidad, cuellos arquitectónicos o pendientes muy llamativos”.
