De sabias curanderas a la viva imagen del mal, durante siglos el concepto de "bruja" ha mutado hasta resignificarse como una reivindicación de aquellas mujeres que hacen las cosas de una manera diferente, nunca antes vista. Son mujeres que rompen moldes, como Glinda y Elphaba, protagonistas de Wicked Parte II, que han inspirado a Inés Domecq.
La sinergia es clave al momento de plantear una colaboración de moda, e Inés Domecq lo sabe bien. Tras recibir la propuesta de Universal Pictures para poner en marcha esta alianza, se le hicieron evidentes los vínculos simbólicos entre Glinda, la Bruja Buena, que es luz celestial; Elphaba, la Bruja "incomprendida, pero magnética", que representa fuerza y rebeldía, y su propio sello, IQ Collection, que busca (y consigue) ser todas esas cosas.
A solo unos días del estreno de la película, que llegará a las pantallas el 21 de noviembre, la diseñadora nos presenta esta minicolección de "Alta Costura contemporánea" formada por cuatro looks, que se completa con dos pijamas de IQ Home, y en la que plasma la dualidad humana con juegos de contrastes mediante fondo y forma. Nosotras, como es lógico, nos dejamos hechizar por sus diseños.
Inés convierte cada evento en un despliegue de elegancia, pero sin hacer apenas esfuerzo, de ahí que figure en todas las listas de invitadas mejor vestidas de nuestro país. Y es que no le hacen falta pamelas hiperbólicas ni accesorios extravagantes para trasmitir su buen gusto: las prendas de IQ Collection hacen todo el trabajo. Reconocibles a leguas por sus cortes arquitectónicos, insignia de la marca, buscan potenciar la silueta femenina, no esconderla.
A finales de septiembre, Inés dio el pistoletazo de salida a las bodas de otoño en Sevilla, desafiando el protocolo nupcial con un look blanco y negro que dio mucho de qué hablar, y no porque alguien se escandalizara, sino por lo bien que sentaba aquel set bautizado (acertadamente) como "Embrujo en Blanco y Negro", que complementó con un bolso de mano de Amina Muaddi.
Compuesto por un cuerpo asimétrico de patrón geométrico que se prolonga en un pantalón de caída recta de la cadera hasta rozar el suelo, fue el primer estilismo de esta cápsula que vio la luz, dejándonos con ganas de más. Hemos tenido que esperar poco más de un mes para conocer el resto de creaciones que la componen, las cuales se expondrán al público el 15 de noviembre en tiendas físicas de la firma.
Con esta nueva colección, que nos asoma al imaginario personal de Inés Domecq, la marquesa de Almenara viste a dos brujas de las que todas tenemos un poco (o mucho). Y qué mejor manera de descubrirlas que a ojos de la propia diseñadora, quien en plena efervescencia creativa nos cuenta cómo el contraste, más que enemigo, como se suele pensar, es motor.
FASHION: ¿De dónde surge la idea de esta colaboración?
Inés Domecq: La propuesta nació de una conexión muy bonita entre el universo de Wicked y la filosofía de IQ. Siempre he creído que la moda tiene mucho de relato, de emoción y de carácter. Cuando Universal Pictures nos propuso participar en esta celebración, lo entendí como una oportunidad de traducir una historia icónica al lenguaje de la costura. Me inspiraba la dualidad de sus protagonistas, la luz y la sombra, la fuerza y la fragilidad… justo ese contraste del que nace nuestra marca.
Cuando dices que la moda nace del contraste, ¿a qué te refieres?
Para mí, el contraste es el motor de la creatividad. La belleza surge del equilibrio entre opuestos: lo fuerte y lo delicado, lo clásico y lo atrevido, la luz y la sombra. En Wicked Parte II todo gira en torno a esa idea, y eso es lo que me inspiró a construir una colección que hablara de las dos caras de la feminidad, tan distintas, pero igualmente poderosas.
¿Siempre has sido fan de Wicked o te has aficionado a raíz de la primera película?
Conocía el musical y su estética tan distintiva, pero confieso que fue la primera película la que me hizo conectar de verdad con la historia y con ese trasfondo tan humano de las dos protagonistas. Me fascinó cómo habla de la identidad y de aceptar la diferencia, temas muy presentes en mi forma de entender la moda.
"No hay un solo modo de ser 'buena' o 'mala', ni una sola manera de brillar"
Ariana y Cynthia son auténticos referentes sobre la alfombra roja. Si te contactasen para la premier de Wicked Parte II, ¿las vestirías con diseños de esta colección o preferirías hacerles algo más vistoso fuera de tu registro?
Me encantaría vestirlas. Ambas tienen una fuerza escénica increíble y estilos muy definidos. Creo que esta colección ya dialoga con ellas: Ariana tiene ese brillo de Glinda y Cynthia, esa presencia magnética de Elphaba. Pero si las vistiera para la premier, seguramente reinterpretaría los diseños para potenciar aún más su energía personal, sin perder el sello IQ, que siempre busca equilibrio entre estructura y emoción.
¿Dirías que ha sido un reto aterrizar ese vestuario tan fantasioso de la película? ¿Ya tenías algo en mente?
Sí, ha sido un reto, pero de los que te hacen disfrutar. Wicked tiene una iconografía muy potente, llena de fantasía y teatralidad, y lo más interesante era llevar todo eso a nuestro terreno, al de una costura contemporánea que puede habitar la vida real. No se trataba de disfrazar, sino de reinterpretar. Desde el primer momento tuve muy claro que quería que las prendas contasen una historia, que cada silueta y cada tejido reflejaran la personalidad de Glinda y de Elphaba.
¿Eres más Glinda o Elphaba?
(Ríe) Creo que tengo un poco de las dos. De Glinda, me identifico con la parte luminosa, la búsqueda de armonía y elegancia. Pero de Elphaba, admiro la determinación, la rebeldía y esa valentía de no pedir perdón por ser diferente. Y al final, creo que eso es lo bonito: que todas tenemos un poco de ambas.
Tu prenda favorita de la colección.
Quizá el vestido "Aurora de Seda", porque sintetiza muy bien lo que queríamos contar. Tiene una estructura fuerte y, al mismo tiempo, un movimiento etéreo. Es una pieza que brilla sin necesitar artificios, y eso, para mí, es la verdadera elegancia.
Una enseñanza de esta historia que te inspire en el día a día, no solo como diseñadora.
Que no hay un solo modo de ser "buena" o "mala", ni una sola manera de brillar. Cada persona tiene su propia luz, y la diferencia no debería asustarnos, sino inspirarnos. En la moda y en la vida, me quedo con eso: la importancia de ser fiel a una misma, incluso cuando eso te convierte en "la bruja verde" de tu historia.














