Hace suficiente frío como para sacar las chaquetas de piel, pero no tanto como para ponernos un abrigo largo, y a veces el viento sopla con tanta fuerza que me apetece sacar antes de tiempo todos los jerséis de cuello alto. Aquí, sin embargo, tuve fuerza de voluntad: me propuse encontrar otra manera de protegerme del frío sin adentrarme de lleno en el armario invernal. Menos mal que en mi búsqueda me encontré con este sofisticado truco de María de la Orden, para el que solo necesitas dos accesorios que ya tienes en casa. ¡Te prometo que es muy fácil!
El truco de María de la Orden para abrigarte de la forma más elegante
Si sigues a esta diseñadora y socialité española en sus redes sociales, sabes que su vestidor está repleto de prendas de aires vintage, con inspiración parisina, y que, en muchos casos, podríamos ver tanto en el armario masculino como en el femenino. Chaquetas de lana, sastrería clásica, pantalones de terciopelo estampados, mocasines... Son algunos de los básicos (y no tan básicos) que forman parte de sus looks más elegantes durante la temporada Otoño/Invierno. Un accesorio se repite en todos.
El cinturón de piel, generalmente marrón, se asoma en prácticamente todos los estilismos de los que presume la cofundadora de La Veste en sus perfiles, pero no suele llevarlo sujeto por las trabillas del pantalón, sino por encima de sus chaquetas, chalecos o blusas, para así lucir una silueta envidiable de reloj de arena que nos transporta directamente a los años 50.
Partiendo de aquí, María ha ideado una forma innovadora de abrigarse en esos días grises de otoño, cuando aún no amerita sacar el abrigo del armario: sobre tu chaqueta, que va ceñida a la cintura con un cinturón de piel, vas a incorporar una bufanda.
Solo dos accesorios: bufanda + cinturón de piel
Esta semana, mientras estaba de vacaciones en Roma, publicó una instantánea en la que, pese a que estaba algo lejos de la cámara, pudimos apreciar que no llevaba encima más que su jersey de cuello redondo verde oliva sobre una camisa azul. Para abrigarse, en lugar de coger una cazadora, solo necesitó los dos accesorios que acabo de mencionarte.
Puso la bufanda de lana alrededor de su cuello de manera que los extremos quedaran colgando sobre su pecho y los pasó por debajo del cinturón para ajustarlos como si la bufanda fuese un chaleco. ¡Y listo! Una fórmula sencilla y, sobre todo, muy elegante con la que podrás aguantar un par de semanas más sin abrigo.








